DRACO IGNIS➜DRAMIONE

Cap 3

La Madriguera Weasley estaba teñida de alegría y emoción. Nunca antes tantas personas habrian de celebrar la navidad allí.
Fleur, sus padres y Gabrielle (hermana menor de la veela), Audrey (la reciente novia de Percy), Angelina (novia de George) y por supuesto Harry y Hermione que también estarían ahí.

De los pelirrojos, los únicos que tenían conocimiento de los recientes sucesos eran Arthur, Bill, Charlie y Percy, porque Harry y Ron lo habían considerado lo más prudente para todos. No querían alarmar ni a Molly ni a Ginny y mucho menos a George todavía; éste último especialmente porque apenas estaba retomando su natural carisma y no querían deprimirlo nuevamente sabiendo cuanto le había costado salir de aquella tristeza tan profunda.
Sin embargo el niño que vivió le diría a Hermione esa misma tarde, no podía esperar más.

Pronto toda la comunidad mágica estaría al tanto de la maldad que rondaba de mano de los mortífagos que aún quedaban prófugos y el pánico no tardaría en surgir, por lo que lo más sensato era ser directo con su hermana y pedirle tener un cuidado especial.

Dejando de lado un poco lo horrible de la realidad actual y esos pensamientos, no pasó desapercibido para los ojos del azabache que a Charlie le había llamado la atención la nueva imagen de Mione.
Seguramente no fuera una inquietud que el pelirrojo disfrutara puesto que sabía del pequeño romance de su hermano Ron con ella, pero nadie podía negar el hecho de que lucía muy atractiva... Ni siquiera él que se consideraba su hermano y amaba profundamente a Ginevra se veía capaz de desmentirlo.

Charlie al igual que Ronald era muy malo para ocultar sus emociones, y cada vez que la tenía cerca sus orejas enrojecian (reacción que Ron por cierto también sufría) y tartamudeaba torpemente.

Charles, quien tenía unos 26 años recién cumplidos, había llegado para instalarse definitivamente en Londres mágico luego de aceptar la oferta que McGonagall le realizara hace unas semanas: reemplazar a Hagrid y ocupar de manera permanente el puesto de profesor de cuidado de criaturas mágicas.
Harry lo supo por medio de su viejo amigo Hagrid quien le escribió una carta cargada de emoción contándole que el segundo hijo de los Weasley ocuparía su puesto, manifestándole su contento y suplicandole que mantuviera en secreto aquella información porque así lo había querido el mismo Charlie. En la familia sólo Molly y Arthur conocían ese nuevo dato... al parecer el pelirrojo quería sorprender a todos.

—Hola Harry.

—Que bueno verte, Charlie.

Charles lo saludó con alegría y el ojiverde le devolvió el gesto.

El ojiazul se apresuró a sentarse a leer en el sofá un enorme tomo de "criaturas monstruosas del último siglo" provocando la curiosidad de Hermione quien no pudo evitar que ese titular le llamara la atención.

—Disculpa ¿dónde lo has conseguido? En la biblioteca de Hogwarts había uno de estos pero desde el quinto curso he estado buscándolo sin éxito y en las librerías del callejón Diagon no he podido encontrarlo.

Hermione mostraba mucha curiosidad, tanta que se atrevió a sentarse a su lado para tocar el ejemplar con sus manos. A Charlie aquella cercanía lo puso nervioso.

—Este me lo obsequió el profesor Cluj cuando todavía estaba en Rumania. Lo encontró en un castillo de Transilvania en ruinas en una de sus expediciones.

Tras escuchar su explicación, Granger no pudo evitar esbozar gestos de asombro. Y eso causó que él sonriera... Ella era tan bonita e inocente que no podía comprender que él se encontraba al borde del colapso al tenerla tan cerca.

—Pero ahora es tuyo. —comunicó entregandoselo torpemente y con dedos temblorosos—

Ella se negó agitando las manos suavemente.