Hermione comenzaba a impacientarse por el retraso de Draco.
Se preguntaba que podría estarlo retrasando.
Nerviosa y aburrida, alisaba arrugas de su vestido mientras meneaba uno de sus pies en el suelo.
Draco Malfoy jamás llegaba tarde.
Eso le llamaba la atención.
Chequeó su reloj de mano y bufó al darse cuenta de que si no se encaminaba en ese mismo momento al gran comedor, las puertas estarían más que cerradas cuando llegara.
Quizás Draco ya estuviera en el salón junto a los demás esperándola.
En cuanto lo viera le daría el sermón de su vida. ¿Cómo se atrevía a dejarla plantada esperando?
Tomó su bolso y salió por el retrato, pero en el momento en que lo hizo, una horrible sensación de pesadez le inundó la cara.
Tuvo que recargarse sobre una de las paredes para no marearse.
Pesado, desagradable, oscuro.
Era magia negra.
Ella lo sabía.
Era exactamente lo que había sentido con las sombras que podía ver a través del rabillo del ojo.
Podía sentir esa aura por todo el piso, flotando en el aire.
Algo estaba mal.
Tenía que encontrar a McGonagall y decirle que una magia extraña estaba rondando el castillo.
Al doblar la esquina abrió los ojos como platos al toparse con un chico que tenía la mirada perdida.
Parpadeó un par de veces para adaptarse.
Lo conocía. Era de su casa. Lo había tratado pocas veces.
Thomas Flinck.
Parecía perturbado, ansioso y confundido.
—¿Thomas? ¿Estás bien?
A juzgar por su semblante, lo más probable fuera que la magia negra le estuviera afectando.
No tenía idea de cuanto podría llevar ahí parado.
El chico se giró a mirarla, y Hermione se desconcertó al ver sus ojos.
Parecía que no había dormido en semanas y que había estado llorando.
Le recordaba mucho a Ryan.
Ausente, perturbado, confundido.
Él no dijo nada.
—Thomas, tenemos que irnos, no es seguro que nos quedemos aquí. Te acompañaré a la enfermería para que Madame te revise, no te ves nada bien.
Flinck dejó escapar una lágrima que rodó por su mejilla.
Hermione frunció el ceño.
—Yo no quería hacerlo, de verdad. Le pedí que se detuviera pero dijo que si no lo hacía, me mataría. Yo no quería... yo no quería. Ella, ella se mete en mi cabeza y me hace ver cosas horribles. Si no hago lo que ella me pide, se mete en mi cabeza y...
—Tranquilo, Thomas. Si me dices quién te hace estas cosas, te ayudaré, te lo prometo, pero ahora tenemos que salir de aquí. La magia negra te está afectando, no estás nada bien.
Hizo el intento de tomarlo por el brazo para obligarlo a caminar. Sin embargo, el chico se zafó bruscamente.
—No, no lo estás entendiendo. Tengo que hacer esto... esta es mi misión. —declaró con los ojos llenos de lágrimas— No quiero hacerte daño, Hermione, yo jamás te habría lastimado, pero ella te quiere con desesperación, solo llevándote ante ella se detendrá. Espero que puedas perdonarme.
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DRACO IGNIS➜DRAMIONE
Fanfiction¿La redención puede ser otorgada a aquella persona que volvió tu vida un infierno? ¿Creerias encontrar el amor en el rincón menos esperado? ¿Qué harías al borde del límite? ¿Dónde encuentras las respuestas que nadie puede darte? ¿Es preferible ignor...