Cap 19

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Vendría...Él vendría a su torre a compartir un café con ella.

Rió por lo bajo ante lo loco que sonaba eso.

¿Qué pensaría su yo de 13 años de beber un café con "la maldita y despreciable cucaracha"?

Negó con una pequeña sonrisa burlona en los labios.

Se admiró ante su espejo de cuerpo completo y se rascó la nuca indecisa.

Traía puesto un pantalón negro algo holgado, unas pantubotas negras y un sweatter también negro con un hombro caído y su cabello recogido en una coleta alta. No se veía tan mal ¿o sí?

Resolvió solo soltarse el cabello y bajar pronto hacia la cocina.

Tenía un pequeño problema de ansiedad y reconocía que debería leer algún libro en búsqueda de alguna solución pero, últimamente los libros y ella no compatibilizaban muy bien.

Preparó el café con paciencia y dedicación, tal como su madre le había enseñado.

Frenó en seco un segundo y elevó la mirada. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que pensó en su madre?

Una lágrima traicionera amenazó con caer por su mejilla pero la reprimió con pesar, y buscó en su heladera algo con lo que pudiera acompañar el café. Se sintió mejor al encontrar un trozo considerable de pastel de chocolate y nuez. Ya debía parar con la manía del chocolate.

Lo depositó todo en una bandeja de cristal muy fina y se encaminó hacia la sala, para encontrarse con un Draco estático que analizaba el lugar con particular atención y detenimiento.

Eso la obligó a pegar un brinco que casi la hace arrojar todo.

—¡Mierda! Casi me matas del susto —confesó con voz ahogada, dejando las cosas sobre la mesa—

Draco pareció captar claramente su nerviosismo.

Él estaba enfundado en un pantalón deportivo negro, unas nike deportivas y una gabardina informal negra.

Sonrió con asombro al observar lo casual de su atuendo y el rubio la miró sin entender.

—¿Qué es tan gracioso? —cuestionó él revolviendo su cabello—

—Nada, es sólo que no estoy acostumbrada a verte tan... informal.

El ojigris entonces se encogió de hombros y tomó asiento antes de darle un corto sorbo a su café.

—Pues, tal vez lo encuentres poco creíble pero me gustan bastante algunas marcas muggles como nike, adidas, dolce & gabanna y calvin klein. Sólo pude comenzar a usarlas una vez que mi padre murió. —destacó— Aunque no sólo yo cambié mi forma de vestir.

Él lo comentó como quien no quiere la cosa y le dedicó una mirada sugestiva a la castaña.

Hermione enrojeció y pasó un mechón de cabello detrás de su oreja con nerviosismo.

—Bueno, creo que mi cambio si fue contundente.

Malfoy rió con su ronca y varonil voz.

—De ser la insufrible sabelotodo, cabeza nido de pájaros, mojigata ropa de abuela Granger, a ser la chica más deseada de Hogwarts... Hay una diferencia abismal.

—¿La más deseada? ¿Quién dice eso? —curioseó con cierto interés y sin parar de reír—

—La lista del ranking femenino escolar, a Slytherin le toca guardarla este mes.

La leona se sonrojó y una pequeña sonrisa se curvó en sus labios.

—¿Te gusta el chocolate? ¿Quieres pastel?

DRACO IGNIS➜DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora