Cap 34

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—¿Por qué lo hiciste Ron? Creí que era tu sueño. Desde que éramos unos niños no hablábamos de otra cosa. ¿Qué fue lo que pasó?

Ronald no sabía con exactitud que decir.

Quizá fuera por el temor a no encontrar una respuesta suficientemente válida, aunque la que tenía para sí mismo era más que aceptable.

Harry seguía pasmado por la reciente baja del cuerpo de aurores de su mejor amigo. No parecía tener nada de lógica.

Desde que tenían uso de razón, aspiraban a ser aurores justos y valientes de la talla de Moody, combatir las fuerzas oscuras y ganarse su lugar en el Ministerio, y tras la guerra esa posibilidad apareció servida en bandeja de plata.

¿Qué motivo podría tener él para renunciar a tan buen cargo?

Era una perfecta oportunidad para contribuir con los gastos familiares, mejorar su posición económica y obtener una postura respetable.

—Simplemente no es lo mío, Harry. No quiero seguir con algo que no me hace feliz. Lidiar cada día con un trabajo que no me entusiasma es una tarea difícil.

—Pero... es un gran empleo y... yo no te entiendo.

Ron sonrió sin mostrar los dientes.

—No te pido que lo entiendas. Sólo quería que lo supieras por mí antes que por otra persona. No te preocupes, encontraré algo bueno que hacer con mi vida.

—Lo siento Ron, no quise...

—No te disculpes, reaccionaste mejor que mi familia al menos.

—¿Ellos que dijeron?

—Bueno, lo que me imaginé desde el primer momento. —repuso encogiendose de hombros con simpleza—Mamá, papá, Bill, Percy y Ginny creen que cometí el peor error de mi vida y que debería pensarlo bien, presentar una disculpa al auror Flinck y suplicarle que me devuelva el puesto.

—¿Y qué hay de Charlie y George?

—Ellos me animaron a buscar mi propio camino y a no dejarme desanimar por las palabras de los demás. Y como pronto se me va a terminar el dinero, me quedaré con George en su departamento hasta que consiga algún empleo y Charlie me enviará una parte de su sueldo. Por supuesto que se lo devolveré apenas pueda.

Potter quiso ofrecer su departamento pero no hizo falta ahondar mucho para entender que su mejor amigo no quería eso.

Lo conocía, y sabía que quería estar sólo para lidiar por sí mismo con el peso de sus decisiones.

Además,no quería comprometer su hogar porque casi ni pasaba tiempo allí. No sería una compañía alentadora para él.

Su tiempo se dividía entre trabajar y remodelar la casa de sus padres.

Apenas si paraba para dormir un poco y comer lo más rápido y sencillo que pudiera preparar. No sería cortés invitarlo para ni siquiera verlo en todo el día.

Fuera la razón que fuera, sabía que el pelirrojo no aceptaría de todos modos.

Se veía cansado y con pocos ánimos.

Seguramente se hallaba desanimado por haber tenido que dar respuestas a sus padres.

Los Weasley no eran malas personas y jamás lo serían, simplemente como padres, su deber era preocuparse por sus hijos y velar siempre por que sigan el camino correcto.

No eran personas de alta posición económica pese a ser una familia perteneciente a los sagrados veintiocho y eso no era ningún secreto para nadie. Tal vez su aflicción se debiera a que no querían que su hijo perdiera la oportunidad de mejorar su vida por una crisis pasajera o por querer experimentar algo más fácil.

DRACO IGNIS➜DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora