Ajustó su cinturón sin voltear a ver a la morena que le dedicaba una mirada fogosa y una sonrisa triunfal.
Tan sólo quería salir de allí y pretender que eso no había sucedido, al fin y al cabo, lo que precisaba de ella ya lo había conseguido.
Judy Clarence se caracterizaba por ser el tipo de chica hermosa y deseada, y según los comentarios, capaz de satisfacer las necesidades de un hombre, como también de exasperarlo.
Su voz chillona y melosa irritaba, y todo lo que tenía de bella lo tenía de tonta.
No le enorgullecía recurrir a ella, pero era la segura, la que estaba siempre dispuesta sin importar lugar ni horario.
Además, una voz en su interior le confirmaba que lo hacía para vengarse de Hermione, ya que su ex novia detestaba a la chica, y ésta no dudaría en divulgarlo a todos. Así, difícilmente no llegara a los oídos de Granger.
—¿Aquí a las 7 p.m otra vez?
La morena se oía ansiosa de compartir más de un encuentro, mientras que Draco sólo quería mitigar su soledad y su rabia.
Le daba igual la hora, con tal de no estar encerrado en su habitación.
—Bien. Pero que no te vea nadie, no me agrada la idea de que me vean con alguien como tú.
Esa frase denigrante no pareció afectar a la morena, quién alisó su ropa y partió con una sonrisa ilusionada, la que portaba cada vez que Draco se dignaba a estar con ella.
Él tomó su rumbo camino a las mazmorras admirando como el sol comenzaba a asomarse entre las nubes.
Dormiría como bebé tras una larga y tortuosa madrugada en vela, con la intención de encerrarse en su habitación y rogar que sus amigos no estuvieran de pesados.
El sábado se descansaba y se disfrutaba, ellos por lo general lo hacían en Hogsmeade.
La fiesta de porquería (a la que por cierto no estaba invitado) sería esa noche y el solo hecho de pensar en que su castaña iría acompañada del estúpido de O'Hienn le provocaba unas náuseas terribles.
Trataba de adivinar que bonito vestido habría elegido, como se maquillaría, que peinado acompañaría el elegante atuendo...
Sin embargo la impotencia de saber que no sería él quien la apreciara sino otros, lo perturbó significativamente y prefirió ya no pensar en eso.
En cambio, llamaron su atención las escaleras cambiantes que lo irritaban de sobremanera y una de las tantas manías de Hogwarts que detestaba, pues a su criterio, retrasaba la marcha de estudiantes apresurados, como en su caso.
Nadie transitaba los pasillos a esa hora y eso le transmitía una paz indescriptible.
Ningún rostro con aspecto de reproche que ver, incluidos los de sus compañeros que no saltaban de alegría precisamente ante la cantidad de puntos restados a su casa por culpa suya.
Pese al clima cálido y acogedor del colegio, las mazmorras mantenían siempre su aspecto lúgubre y el aire gélido que caracterizaba a la "guarida" de Slytherin.
La casa no contaba con un gran número de estudiantes (teniendo en cuenta como la mala reputación que ya tenían no paraba de crecer tras la segunda guerra) lo que transformaba a la sala común en un lugar poco frecuentado.
Allí uno podía hacer sus tareas sin problema alguno ya que todos parecían estar inmersos en sus propias burbujas, notandose la poca relación social que los miembros mantenían entre sí.
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DRACO IGNIS➜DRAMIONE
Fanfiction¿La redención puede ser otorgada a aquella persona que volvió tu vida un infierno? ¿Creerias encontrar el amor en el rincón menos esperado? ¿Qué harías al borde del límite? ¿Dónde encuentras las respuestas que nadie puede darte? ¿Es preferible ignor...