Cap 25

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Harry esperaba impaciente en la oficina de la directora McGonagall con el cuerpo tenso, hasta que divisó a la anciana mujer caminar de regreso hacia él acompañada de una confundida Hermione que lo miraba aún sin poder creer que estuviera allí.

El moreno se abalanzó sobre ella y la abrazó con fuerza antes de mirarla preocupado y con cierto temor en sus verdes ojos.

Su mejor amiga no entendía a que se debía todo aquello y comenzaba a preocuparse.

Minerva les concedió la tan anhelada privacidad que Potter le pedía y una vez que conjuró un hechizo silenciador se sintió un poco más tranquilo.

Se quitó los lentes y se frotó los ojos sin saber como empezar.

—Harry ¿estás bien?

El niño que vivió sentía las palabras atoradas en su garganta.

—Mione... ayer y-yo encontré es-sto en un mueble q-que compré.

Las manos le sudaban y le temblaban al sostener la fotografía de su pelirroja favorita.

Esa amenaza lo aterrorizaba.

La castaña tomó la foto entre sus finos y largos dedos rogando que no fuera nada grave; pero tan pronto como leyó el mensaje escrito en ella se llevó una de sus manos a la boca para ahogar un gritito de horror y unas lagrimillas se escaparon de sus ojos color miel.

No te preocupes, la cuido bien en tu ausencia. Admirala mientras puedas, dudo que estrenes esta bonita mesa junto a ella.
Pronto Potter, muy pronto."


Recordaba con lujo de detalles ese día. Habían salido juntas Luna, Ginny y ella a despejarse un poco. Rieron como locas y se divirtieron como en los viejos tiempos.

La fotografía se acercaba tanto a su amiga que intentó hacer memoria de alguien que pudiera habersela tomado.

Pero todo fue en vano.

No recordaba más que alumnos embriagandose y diciendo tonterías. Ninguno levantaba sospechas, al menos no para ella.

—Y no es todo. Estás las encontré pegadas en la nevera. Quien quiera que sea, entro a mi departamento.

Su amigo extendió su brazo derecho y le tendió dos nuevas fotografías.

La primera se trataba de una foto de Ron caminando con paso apresurado por las calles de Londres muggle, con una pequeña inscripción en el margen derecho:

No querrás que Arthur y Molly Weasley experimenten el dolor de perder a otro hijo ¿o sí? Eres astuto Potter, sabrás guardar silencio.

Palpó la preciosa caligrafía y pasó a la última foto para no sorprenderse al verse a ella misma saliendo de Honeydukes, también acompañada de una inscripción.

Tan hermosa que le quita el aliento a cualquiera... ¡Imagina todo lo que podría hacerle! Seguramente lo disfrutaría mucho, aunque no se podría decir lo mismo de ella.
Les haré mucho daño a todos si te atreves a revelarle esto al Ministerio, así que ya lo sabes, este es el precio de tu silencio. Hasta que nos veamos las caras querido Potter.

Apretó con fuerza la mandíbula y arrugó las fotos colérica. Observó a un Harry notablemente perturbado y lo abrazó, incapaz de formular algo legible.

Sentía un gusto amargo en la boca del estómago y las piernas temblando como gelatina.

—¡Tú y Ginny deben irse hoy mismo de aquí! Hablaré con McGonagall para que les permita rendir sus ÉXTASIS al finalizar el curso, pero no me voy a arriesgar a que pasen otro día más aquí, ya no.

DRACO IGNIS➜DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora