Capítulo 23

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~27 DE DICIEMBRE~

⚜️ BYRON ⚜️

La fiesta de navidad se había convertido en una pesadilla desde que se habían dado cuenta de que Madison faltaba.

Afortunadamente, la cosa no había ido a más y habían llamado a Dawson desde la estación de policías diciendo que la adolescente estaba allí en perfecto estado.

¿A quién diablos se le había ocurrido hacerle caso a un chico que había conocido en internet? Es decir, no digo que todos y todas sean como él, pero muchos de ellos salen rana engañando con mil mentiras.

Este había salido diciendo que quería irse de mochilero y en realidad tenía arresto domiciliario. Así que sí, solamente se había puesto en contacto con Maddie por interés.

El muy imbécil la había embaucado para poder escapar del país con su dinero. Menos mal que la policía lo había atrapado antes de tiempo y habían podido rescatar el bolso de Sabrina.

La pobre Madison llegó a casa llorando muy arrepentida de todo lo sucedido aquella noche.

Moviendo la cabeza para olvidar el día anterior, di unos pequeños toques en la puerta cerrada antes de entrar rápidamente.

-¡Byron! -Sonreí de lado cerrando la puerta con llave antes de acercarme a la cama donde Joyce se encontraba tumbada. -¿Qué haces aquí? ¡Alguien puede entrar!

-Todos están durmiendo, tranquila. - Me tumbé a su lado aún con la sonrisa en la cara. -¿Cómo te encuentras?

-Mejor. Aunque hubiera preferido pasar la noche con ella... -Alcé las cejas acomodándome mejor mientras que ella me miraba apenada. -¿Qué?

-¿Eso significa que no quieres pasarla conmigo?

-No, tonto... Pero ya que estás aquí, me gustaría que hablásemos...

-¿Ahora? -Asintió con la cabeza sentándose con las piernas cruzadas en modo indio. -De acuerdo... -La imité algo preocupado. -¿Qué quieres saber?

-¿De quien fue la idea?

-¿Prometes no enfadarte con él? Ni siquiera sabe que eres tú...

-Oh, Dios... ¿Cobby? -Asentí con la cabeza mientras que ella abría bien los ojos. -No sé ni porqué me sorprendo...

-Pero puedo jurarte que él no sabe nada, Joy. Nunca le dije el nombre de la chica con la que estuve.

-¿Por qué diablos se os ocurren cosas así?

-Preguntale a él... -Murmuré mirando el libro cerrado qué había junto a nosotros y que minutos antes Joyce se encontraba leyendo.

-¿Qué ganabas haciéndolo?

-¿Qué?

-Sí, algo tuvieron que apostar para que aceptaras el reto. ¿Qué era?

-Joy...

-Para que esto funcione tienes que contármelo todo, Byron.

-El número de teléfono de Tiffany... - Sus ojos se abrieron como platos sorprendida.

-Estarás de coña, ¿no? ¿Preferiste ganarte mi odio solo por un número de teléfono?

-No, no lo preferí, Joy. Me apetecía mucho estar contigo...

-Claro, mientras que fantaseabas con esa, ¿no?

-Claro que no. Tiffany me llamaba la atención por ese entonces, pero eso no significaba que tú no me gustases también.

500 MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora