Capítulo 28

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⚜️ BYRON ⚜️

-¡Enana, lanza más fuerte!

-¡No puedo más! –Me gritó Jasmine desde el otro lado del césped del parque en el que nos encontrábamos.

Sin mamá salir a la calle era más fácil, pero estando en compañía de mi hermana pequeña, mucho más. Los paparazzis no se nos acercaban en presencia de Jasmine por ser menor de edad. 

Lo complicado era cuando salíamos solos o con mamá. ¿Cómo iban a perderse la maravillosa vida de una conocida actriz en familia?

Volví a lanzarle la pelota de béisbol sin demasiada fuerza para que pudiera atraparla antes de fijarme en mi amigo.

-¿Y a ti que te pasa hoy?

-¿Eh? –Preguntó saliendo de sus pensamientos para mirarme. –Nada, nada...

-Anda, mentiroso. –Me giré hacia mi hermana dándome cuenta de que se había ido a jugar con unos patos más allá de nosotros. –¡No te alejes demasiado y cuidado que te pican! – Le grité antes de ir a sentarme al lado de Cobby. –Venga, dime qué te pasa.

-No es nada, Byron. En serio. Son problemas en mi casa.

-¿Tus padres? –Asintió con la cabeza.

Debía confesar que me sentía muy afortunado por tener a los padres que tenía. Casi nunca discutían, era rara la vez que lo hacían. En su caso, era todo lo contrario, si los dejabas estaban todo el día pegados como unos malditos adolescentes, pero no todos los padres y madres eran así, obviamente, y los de Cobby pertenecían a esa clase de padres.

-A veces me pregunto porque siguen juntos.

-¿Y no has llegado a la conclusión que quizás sea por ti? –Pregunté aunque pudiera sonar algo brusco y retorcido. Lo último que quería era hacerlo sentir mal, pero la sinceridad era lo principal en una relación.

-Ya, ¿pero qué quieres que haga? Por mucho que les diga que ya tengo la edad suficiente para independizarme no quieren. ¿Qué más les da que viva en un loft que en la casa si la mayoría de veces estoy solo igual? –Volví a encogerme de hombros sin saber que responderle.

-Tampoco puedes quejarte mucho. Te dan y hacen todo lo que les pides. ¿A quién en su sano juicio se le ocurre prestar su casa para una fiesta adolescente? Solamente a tus padres, créeme.

-Sí, pero no veas como me costó convencer a mi madre para ello. Sabes que ella nunca está por la labor de apoyar mis decisiones. A veces te envidio... –Terminó confesando dejándome un tanto sorprendido. –No me mires así. Tu relación con tu madre es perfecta e irrompible, me gustaría tener solamente la cuarta parte de ello.

-La tienes con tu padre...

-Sí, bueno... –Rió amargamente. –No llego a estar en ese nivel como tú, pero si que congenio mejor con él. Siempre ha estado ahí para mí.

-Pues ya está, Cobby. No digas dándole más vueltas a eso y háblalo con él.  Cuéntale como te sientes y estoy seguro de que él te ayudará y apoyará con lo que sea. 

-¡By! ¡Mira que sarantontón más bonito cogí! –Gritó mi hermana acercándose a nosotros y haciendo que dejáramos de hablar de ese tema.

Sabía que la relación con su madre no era muy buena. Nunca lo había sido y, por lo que me estaba contando, no creo que fuera a cambiar tan pronto...

⚜️⚜️⚜️

Un rato más tarde regresamos cada uno a nuestras casas.

Cobby me había prometido que hablaría con sus padres nada más llegar y yo confiaba en que lo haría, y esperaba que le fuera bien.

A quién no iba a irle bien la tarde era a mí y esto si que podía jurar que no me lo hubiera esperado para nada.

-¡Ya estamos en casa! –Gritó mi hermana alegremente en cuanto entramos en casa.

Mamá apareció frente a nosotros muy seriamente a pesar de que quiso disimularlo ante mi hermana. ¿Qué pasaba?

-¿Cómo os lo pasasteis?

-¡Muy bien, mami! Estuvimos jugando al béisbol y luego...

-¿Qué pasa, mamá? –Pregunté sin aguantar más las mirada la furtivas que me lanzaba.

-Ah, ¿ya estáis aquí?

-Summer, cariño. –Mamá se giró hacia ella en cuanto ésta apareció junto a nosotros con un vaso de agua en la mano. –¿Puedes quedarte con tu hermana en su habitación?

-Claro, ¿pero qué pasa? –Preguntó igual de confundida que yo.

-¿Mamá? –Insistí ante tanto misterio que ya me estaba preocupando. ¿Qué diablos estaba pasando aquí?

-Vamos, Jaz. Tengo que enseñarte la nueva canción de mi cantante favorito.

-¡Sí! ¿Y podemos bailar? –Ambas subieron las escaleras dejándonos a solas por fin.

-¿Qué pasa?

-Decidas lo que decidas, sabes que tienes mi completo apoyo, Byron.

-¿Qué?Ya está, ya. ¿A qué venía todo eso?¿De qué hablas, mamá?

-Sé que va a ser una decisión difícil, pero entiendo...

-Giulia. –La fuerte voz de papá resonó haciéndonos sobresaltar a los dos. – Byron, ven aquí. Tenemos algo de lo que hablar seriamente.

-Ve... –Lo apoyó mamá con tono bajo y mirada asustadiza.

¿Pero se podía saber a qué venía todo esto? ¿Por qué mi madre se comportaba así y me decía esas cosas? ¡No estaba entendiendo nada! ¿Es qué se habrían enterado de...

-¡Byron! –Volvió a llamarme mi padre alterado.

Ante todo este ambiente que no entendía para nada, no tuve más remedio que seguirlo hasta su estudio frenando junto a la puerta al descubrir quien estaba allí sentada frente a la mesa de mi padre.

¿Qué hacia ella aquí?

-Bien, ya puedes decírselo cara a cara.

-Byron... Estoy embarazada.

500 MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora