500 Margaritas

Capítulo 35

⚜️ NARRADOR OMNISCIENTE ⚜️

-¿Tú qué opinas, Gia?

-¿Por qué siempre me terminas metiendo en tus berenjenales?

-¡Porque eres mi mejor amiga! Entre otras cosas... –Giulia rodó los ojos mientras que su amiga no dejaba de mirarla inquisidoramente. –¡Pero respóndeme!

-¡Uh! Pues no sé, Mabby.  Siempre te digo que sigas tu corazón, así que haz lo de siempre.

-¿Me acuesto con ella? –Giulia se llevó la mano a la frente negando con la cabeza antes de que la puerta principal se abriera de golpe interrumpiendolas abruptamente.

-¡Hijo! Que susto nos has dado. ¿Cómo fue la... –Pero Byron no tuvo tiempo para responderle, en su lugar, subió las escaleras como un rayo dejando a su madre con la palabra en la boca.

-Vaya humos... –Comentó Mabell cruzándose de brazos. –¿A quién saldría? –Giulia la miró mal mientras que Dominique aparecía en el salón.

-Discuciones matrimoniales.

-¡Matrimoniales! Aún no me creo lo que son capaces de hacer estos críos... –Rió Mabell cruzando las piernas audazmente. –Cuidado, papá. No quieras que Summer siga sus pasos.

-A lo mejor la que debería seguir sus pasos eres tú. –Le respondió él haciéndola rodar los ojos.

-Bueno, ya. ¿Qué pasó? –Quiso apaciguar las aguas Giulia aún desde el sillón. –¿Discutió con Joy?

-Sí, pero será mejor que esperes a que te lo cuente él. Tampoco quiero ser cotilla... –Dominique se encogió de hombros bajo la mirada de dos de sus chicas.

No le había gustado nada presenciar la conversación de su hijo con su novia, ¿pero a dónde se podía ir estando dentro del mismo coche?

-¿Cómo fue la cita? ¿Ya saben el género?

-La doctora cree que pueda ser un niño, pero no pudo confirmarlo porque no quiso verse demasiado.

-¡Qué gandul! –Gritó divertida Mabell.

-¿Y todo está bien con la chica?

-Sí, ninguna complicación, pero me gustaría que tuviera más supervisación. Me preocupa que le pase algo viviendo sola...

-Y suponemos que ya tienes la solución a ello, ¿no? –Giulia rodó los ojos ante la pregunta de Mabell.

-Sí. Montiabello será el encargado a partir de mañana de estar a su lado. – La sonrisa de Mabell se tensó a pesar de que quiso disimularlo.

-Es una buena opción, cariño. –Giulia se puso de pie acercándose hasta él para besarlo en la mejilla. –Gracias.

-Esa chica será familia nuestra de alguna manera u otra.

-Sí, sí. ¿Puedes dejarnos ahora? Manteníamos una conversación de chicas antes de que aparecieras.

-Mabell...

-¡Gracias, papá! –Adornó la chica en cuanto su padre se retiró dándose por vencido. ¿Para qué discutir? –¿Por donde íbamos?

-Eso no importa ahora. ¿Qué te traes con Monti?

-¿Qué? –Preguntó sorprendida la chica poniéndose recta.

-Sí, te tensaste en el momento que escuchaste su nombre. ¿Por qué? No me digas que tuvisteis algo...