Capítulo 40

163 16 0
                                    

~15 DE MARZO~


⚜️ NARRADOR OMNISCIENTE ⚜️ 

-Creo que vamos muy rápido... –Se disculpó Madison tomando cierta distancia con la persona que tenía al lado. –¿Puedo preguntarte algo?

-Ya lo estás haciendo. –Maddie rodó los ojos mientras que la otra persona se acomodaba mejor en la cama.

-¿Cómo supiste que te gustaban las chicas?

-A mí no me gustan las chicas. – Respondió la morena de pelo corto mirándola directamente a los ojos. –A mí me gustan las personas en general. Da igual el sexo que sea.

-Hmm... Me gusta esa simbología de vida...

-Gracias. –Maddie se tumbó boca arriba imitandola para mirar al techo.

En realidad no sabía lo que estaba haciendo allí. Había conocido a Carrie unas semanas atrás porque era prima de una de sus amigas de clase y se habían caído bien, incluso habían llegado a tontear desde el principio.

La sorpresa de Madison fue el beso que no vio venir por su parte y que, hasta hoy, no había vuelto a repetir.

Ahora, tumbadas en la cama de la casa de Carrie, ambas miraban el techo pensativas.

-¿Y tú?

-¿Qué? –Preguntó Madison girándose hacia ella nuevamente.

-Tenía entendido que te gustaban los chicos. ¿Qué haces aquí de ser así?

-¿La verdad?

-Obvio.

-No lo sé. –Confesó Maddie suspirando. –Todos los chicos en los que me he fijado me han salido sapos...

-¿Han sido muchos? –Maddie se encogió de hombros.

En realidad, nunca había estado en una relación seria con un chico. Sí, había besado a alguno que otro e incluso se había intentado escapar con un desconocido en Navidad, pero...

-¿Y crees que con el sexo opuesto te irá mejor?

-Oye, que esto no lo tenía planeado.

-O sea, –Prosiguió la morena. –¿Debo sentirme afortunada por llamar tu atención?

-Pues sí. –Carrie rió sin poder evitarlo contagiándola. –Muy afortunada.

-Que bien... –Volvieron a reír antes de quedarse mirándose la una a la otra. – ¿Sabes qué, Maddie? Estoy dispuesta a ser tu conejillo de Indias si es lo que quieres.

-Hmm... ¿Puedo pensarlo?


⚜️ JOYCE ⚜️

Suspiré apartando la libreta un poco cansada.

Llevaba toda la tarde estudiando para el examen que tendría dentro de dos días y hasta la hora de la merienda me había saltado. 

Después de mi fin de semana en casa de los Reened, volví el domingo por la noche para no tener que faltar a clases. Por desgracia, no pude convencer a Byron sobre la relación entre su hermana y Cobby.

Podía llegar a ponerse muy cabezota cuando se lo proponía...

Sonreí en cuanto el recuerdo de nuestra noche en la piscina llegó a mi cabeza.

No habíamos llegado a consumar nuestro amor en el agua, y no por falta de ganas, al contrario, pero ambos estábamos de acuerdo en que ese lugar no era el más acertado para nuestro cometido, menos cuando todas las ventanas de los dormitorios daban hacia el jardín trasero.

500 MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora