Capítulo 16

178 18 0
                                    

⚜️ BYRON ⚜️

Me había despertado tras oír el ruido de una puerta y, aunque me había costado reaccionar, me había levantado de la cama dándome cuenta de que Joyce ya no estaba allí.

Me había preocupado mucho por ella, por lo que me vestí enseguida y bajé en su búsqueda. Menos mal que una empleada me había dicho que se había ido con uno de los choferes.

Al llegar a casa y verla casi a la altura de las escaleras, mi corazón se había acelerado a más no poder.

Sabía que iba a irse. Sabía que lo haría y no simplemente por verla con su bolso de viaje, sino porque su cara para mí era como un libro abierto.

Sus palabras respecto a un tipejo de la universidad se habían clavado en mi corazón como puñales, pero no iba a darme por vencido solo por eso.

Me hubiera gustado decirle que la una pertenecía al otro, que éramos un solo ser a pesar de que nuestros caminos estuvieran separados ahora y que la quería con locura, pero el gran grito de mi madre cortó nuestra conversación de raíz.

Joyce se había ido dejándome solo y devastado junto a mis padres en la entrada.

-Byron Augustino Reened, ¿quieres responderme de una vez?

-No. ¡Son cosas entre Joy y yo! –Dije alterado tras saber que probablemente no volvería a verla. –Nadie más tiene porqué meterse en esto. Es mi jodida vida.

-No le hables así a tu madre, Byron. – La defendió papá cruzándose de brazos.

-¿Estuviste con Joyce solo por una apuesta? –Repitió mi madre seriamente acercándose a mí.

-Sí, pero... –Su mano voló hasta mi mejilla dejándome sin palabras. Nunca antes en la vida me había pegado. Ni ella ni mi padre, debía decir.

-¿De verdad que hiciste eso? Mi hijo nunca le haría eso a ninguna chica, mucho menos a una chica como Joyce. ¡Yo no te crié así, Byron!

-Mamá...

-¡Ni mamá ni leches! Sabía que algo pasaba entre ustedes dos, pero lo último que imaginé fue que hubieras jugado con sus sentimientos. ¿Por qué? ¿Cómo voy a mirar ahora a Sabrina a la cara?

-Yo me encargo de eso, Bambi. Byron, espérame en mi estudio. –Miré a mamá por última vez arrepentido de mi comportamiento para dirigirme al estudio de papá.

Ya está. Toda la mierda me había explotado en la cara y encima me había comportado como un capullo con la persona más importante de mi vida. Mi alma gemela, mi madre...

La puerta se cerró fuertemente haciéndome brincar del susto.

-Papá...

-Espero que ambos estemos de acuerdo en que estuvo muy mal la forma en la que trataste a tu madre.

-Sí, y lo siento, pero...

-Nada de peros, Byron. Ahora quiero que me cuentes de que iba toda esta historia.

-¿Es qué con lo que dijo Joy no basta?

-No, quiero escucharlo de tu boca. Habla. –Suspiré sentándome en la cómoda silla de terciopelo frente a su escritorio. –Todo empezó el verano pasado. Cobby me dijo...

-¿Cobby? ¿Es qué él también está involucrado en todo esto?

-Sí y no, papá. Me retó a que estuviera íntimamente con una chica en verano y yo acepté. En ningún momento especificamos que chica sería y mucho menos me dijo él que fuera con Joyce porque ni la conocía.

500 MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora