Capítulo 10

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~19 DE OCTUBRE~

⚜️ JOYCE ⚜️

-¡Hola, hola!

-Hola, Anna. ¿Cómo estás?

-¡Muy bien, gracias! –Respondió sentándose a mi lado con su cuaderno en las manos. –Tengo que terminar unos ejercicios que se me habían olvidado hacer en casa. ¿Te lo puedes creer? –Reí encogiéndose de hombros mientras que ella se ponía manos a la obra.

-¿Hoy no vino Quim? –Pregunté después de unos segundos.

No me había encontrado con él en toda la mañana y me parecía raro. Era el primero siempre en esperarme junto a mis taquillas para que pasáramos la hora del descanso juntos y hoy no lo había hecho.

-Sí, debe de andar por ahí... – Murmuró sin alzar la cabeza de su libreta.

Sabía que algún día se cansaría de mí...

⚜️⚜️⚜️

La campana que dió por finalizada las clases sonó haciéndome suspirar de alivio y amargura.

Por un lado, quería regresar a casa lo antes posible, pero por otro lado, no quería volver sin ver o saber algo de Quim antes.

¿Por qué no había venido a buscarme ni una sola vez? ¿Estaría enfadado conmigo por algo?

Salí de clase mirando hacia todos lados en su búsqueda. ¿De verdad iba a regresar a casa sin haberlo visto?

-¿Creéis que volvieron? –Reconocí a unas cuantas chicas del equipo de animadoras que estaban muy cerca de la entrada.

-No lo creo, ¿pero quién sabe?

-Entonces él no tiene orgullo ninguno. Kim le puso los cuernos. –Torcí el gesto al oír el nombre de Kim. ¿De qué estarían hablando?

-Tienes razón, el pobre quedó como el cuernudo frente a todos... –Las cuatro rieron haciéndome fruncir el ceño. ¿Hablaban de Quim?

-Y hablando de los diablos... –Todas, tanto ellas como yo, miramos hacia donde la chica de pelo corto miraba para ver a Quim caminando junto a Kimberly mientras reían y mantenían una conversación fluida.

¿Kimberly era la razón por la que no había venido a verme?

Estaba de acuerdo en que ella era y significaba mucho más que yo para él, pero... ¿Por qué mentirme? ¿Por qué decirme que entre ellos ya no existía química ni conexión alguna cuando claramente la había? Y ni siquiera se molestaban en ocultarla...

Me aferré al asa de mi bolso para acelerar el paso antes de que alguna de ellas o incluso el mismo Quim se diera cuenta de que estaba allí.

-¿Joy? ¡Joy, espera! –Ignorando por completo sus llamados, me metí en el coche de Rossi a toda velocidad diciéndole que arrancara de inmediato.

Lo que ninguno de los dos esperó en ningún momento, fue oír el ruido de algo, o alguien, golpeando el coche asustandonos a ambos.

Miré mal a Quim a través del cristal después de salir de mi asombro para hacerle una señal con la cabeza a la vez que bajaba la ventanilla de mi lado.

-¿Estás loco o qué te pasa? ¡Rossi podía haberte hecho daño! O incluso podías haber aboyado el coche...

-¿Por qué me ignorabas? –Fruncí el ceño en cuanto él había ignorado mis comentarios.

500 MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora