500 Margaritas

Capítulo 3

~28 DE JUNIO~

⚜️ BYRON ⚜️

Seguí besando y mordiendo su cuello mientras que mis manos no dejaban de acariciar su cuerpo por todas partes.

-By... –Susurró de tal manera haciendo que el bulto bajo mis pantalones se agrandara más si era posible. ¿Por qué solo su voz me excitaba aún más?

Nuestras caricias y gestos eran algo torpes por lo nerviosos que estábamos, por las ansias y ganas que teníamos el uno de la otra a pesar de que a veces no supiéramos muy bien lo que hacíamos.

-By... –Volvió a decir, casi gimiendo y mordiéndose el labio inferior intentando evitar soltar todo lo que estaba seguro que se le estaba pasando por la cabeza.

Tiré de su labio hacia abajo para que dejara de morderselo mientras que clavaba la mirada en sus ojos color miel. Esos ojos que serían capaces de atraer a millones de abejas solo con una mirada.

-Necesito que me digas que estás segura de esto. –Dije por lo bajo sintiendo los nervios a flor de piel. –Yo lo estoy.

-Y-yo... –Besé sus labios con temor a que pudiera llegar a arrepentirse de la situación a la que habíamos llegado. Por muchas ganas que yo tuviera, nunca la obligaría a nada a lo que no estuviera preparada.

Volví a mirarla a los ojos expectante a su respuesta. Estos me devolvían la mirada de una manera diferente, de una manera que nunca antes había visto en nadie más que en la televisión, y si teníamos en cuenta que quienes las hacían eran actores y actrices, más sorprendido me encontraba por ello.

Sus pulmones se llenaron de aire como si quisiese tener el valor suficiente de decir algo que se le atascaba en la garganta, algo de lo que quizás sentía vergüenza o miedo a decir.

Me fijé en sus mejillas, tan coloradas como supuse que estarían las mías. Sus labios, rojos e hinchados por los besos que no habíamos parado de darnos. Su frente, brillante por el calor de la situación y el tiempo que hacía en aquella playa a pesar de que ya fuera de noche. Me fijé en su pelo rubio castaño, que ahora era más rubio por el sol de verano, completamente revuelto sobre la manta que habíamos puesto en el suelo para no hacernos daño.

-By... –Volvió a llamar mi atención de esa forma que solo ella sabía hacer. De esa forma que hacía que todo el vello de mi cuerpo se erizara al instante. – Q-quiero que me toques...

Sus palabras me sorprendieron un segundo al no esperar aquella frase. Sabía que le había costado decirla y sabía la vergüenza que estaría sintiendo ahora mismo, pero yo no pude hacer otra cosa que no fuera sentirme orgulloso por ello. Sentirme orgulloso por lo valiente que había sido y por lo valiente que siempre es. No había conocido chica en este planeta Tierra como ella, y me parecería muy raro que la hubiera.

-By...

-Y-yo también deseo que me toques...

-Sí... –No supe descifrar si aquel monosílabo era una pregunta o afirmación, pero lo que sí sabía era la forma de querer complacerla tanto o incluso más que a mí mismo.

-By... –Sentí su cuerpo temblar bajo mis caricias mientras que dejaba deslizar las manos por su cuerpo. –By... –Mi cuerpo tembló de impaciencia y nerviosismo incluso más que antes. – By... –Ya estaba adentrándome en un lugar totalmente nuevo y a la espera de ser conquistado cuando un grito me dejó sin aliento.