Capítulo 34

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~24 DE FEBRERO~

⚜️ NARRADOR OMNISCIENTE ⚜️

Summer se estiró en la gran cama sonriendo en cuanto le rodearon la cintura y sintió un cálido aliento en su cuello.

-¿Estás despierto?

-No... –Susurró el chico haciéndola reír.

Summer giró sobre sí misma para quedar cara a cara con él descubriendo que no mentía.

-Entonces voy a ir a preparar el desayuno mientras que sigues durmiendo.

-Me parece bien... –Puso morritos aún con los ojos cerrados esperando con gusto sus labios. Por su parte, la chica le dio un casto beso antes de buscar una camiseta de pijama de Cobby para vestirse.

Cobby la había llamado el día anterior para decirle que sus padres no estarían y que tendrían la casa para ellos solos. Summer no tuvo ni que pensarlo, pero lo único que le había preocupado era la excusa que tendría que inventarle a sus padres.

Por suerte, había dicho que se quedaría en casa de su hermana mayor y así se lo había hecho saber a ella en caso de que la llamaran.

Una vez en la cocina, buscó lo necesario para hacer unos huevos revueltos y beicon junto a tostadas. El día anterior habían cenado temprano y estaba segura de que el chico tendría un hambre voraz tras la noche que habían pasado.

Moviendo la sartén para darle la vuelta al beicon, no esperó que una carraspera la asustara desde la entrada de la cocina.

-¿Quién eres tú? –Summer retiró la sartén del fuego antes de girarse para encontrarse con la sorprendente figura de la dueña y señora de la casa.

-Y-yo...

-¿Con quién hablas, cari... ¡Oh! Hola...

-¿La conoces? –Le preguntó Zaphiro a su marido sin quitarle los ojos de encima a la rubia. 

-No...

-Entonces ya puedes identificarte o llamaré a los de seguridad.

-¡No! –Alzó la voz Summer sorprendida. –S-soy amiga de Cobby...

-¿Amiga? ¿Y qué haces en mi cocina así vestida a estas horas de la mañana? 

-Creo que no hace falta que te responda a eso, Zaph...

-No quiero volver a verte con esas pintas en mi casa. ¿Me oíste? – Sentenció dándose la vuelta sin ni siquiera esperar a que la chica le respondiera.

-Discúlpala, el vuelo fue un poco largo... –El hombre suspiró acercándose hasta ella para extenderle la mano. –Soy Alexander Sandolli.

-Summer... –Murmuró solamente estrechándole la mano. Entre menos supiera sobre ella, menos podía relacionarla con su familia.

-Encantado, Summer. ¿Nos habíamos visto antes? Creo que me suenas de algo...

-Sí, ya nos hemos visto antes...

-Hmm... –Alexander la miró aún pensativo intentando recordarla mejor. –¿Preparabas el desayuno? Huele muy bien.

-¡Sí! Cobby aún dormía y... –La chica se dio cuenta de que lo único que llevaba puesto, a parte de su ropa interior, era la camiseta larga y ancha de Cobby. –Discúlpeme, señor Sandolli, pero creo que su mujer tiene razón y debería ir a cambiarme...

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