Capítulo 41

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~19 DE ABRIL~

⚜️ BYRON ⚜️

-¡¿Lo trajiste todo?! –Gritó al abrir la puerta de entrada.

-Sí, ya te lo dije por teléfono... – Murmuré caminando hacia la cocina directamente con Tiffany pisándome los talones.

Cómo ya se estaba haciendo costumbre, había ido al supermercado a por los caprichos de Tiff.

¿Era normal en las mujeres embarazadas tener tantos caprichos? Y no solo eso, sino caprichos alimentarios muy raros.

-¡Dame el helado! –Me quitó el bote de las manos rápidamente dejándome anonadado.

-Oye, más despacio...

-¡Se va a derretir! –Rodé los ojos colocando las demás cosas mientras que ella volvía al salón saboreando su helado. –¡Tráeme las virutas de chocolate al salir! –Volví a rodar los ojos cogiendo las malditas virutas.

-Tienes que dejar de comer tantas porquerías, Tiff.

-¿Qué? Tú no vas a venir ahora a decirme lo que puedo y no puedo comer. Además, te recuerdo que la doctora había dicho que debía coger peso.

-Sí, pero comiendo cosas sanas. –Se encogió de hombros mientras que seguía llenando la cuchara de helado para llevársela a la boca.

-Mmm... ¿Tú no quieres? –Negué con la cabeza antes de que ella hiciera una mueca de desagrado.

-¿Qué pasa?

-¡Acaba de moverse! –Dijo soltando las cosas sobre la mesa para levantarse la camiseta. –¿Ves? A él también le gusta el helado. –Sonreí poniendo la mano sobre la parte que se había movido.

-Pero si sigues comiendo así, nuestro hijo saldrá con cara de pistacho...

-¡Oye! –Ambos reímos sintiendo más pataditas por parte del bebé. –Por cierto... ¡Ya pensé en un nombre!

-¿Cuál?

-¡Federick! –La miré frunciendo el ceño para nada de acuerdo. –¿No te gusta?

-Pues no, la verdad...

-¡Byron! –Se quejó cruzándose de brazos ofendida. –¿Por qué no te gusta?

-Pues porque... ¿No? –Dije encogiéndome de hombros. –Nunca imaginé un nombre así para mi hijo...

-¿Y cuál te imaginaste entonces, listillo?

-Hmm... –Me retiré un poco pensando en un nombre adecuado.

No es que el que ella había elegido no fuera adecuado, claro, pero pienso que ponerle el nombre a algo, más a un ser humano, es una decisión muy importante. Esa persona se registrará y crecerá con el nombre que sus padres elijan, por lo que no había que tomárselo a la ligera.

-¡Archie!

-¿Qué? Así se llama uno de mis perros... –Murmuré aún más pensativo que antes.

¿Cuál podía ser el nombre perfecto?


FLASHBACK

-¿Joy? –Pregunté al ver caer una lágrima por su mejilla. –¿Qué pasa?

-¡Nada! –Dijo cerrando el libro que se había traído de su casa.

500 MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora