Rumores [Terminada]

Engaño parte 2

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— ¡¡Xian-gege!! ¡¡Wanyin-gege!!
— ¡Shixiong!
— ¡Joven maestro Jiang!

Los discípulos llegaron con pánico y sudor en sus frentes siendo liderados por Wei Xue quien mostraba una expresión siniestra y llena de furia. No dudaron en buscar a los dos mayores informando que los Wen habían llegado y que se llevaron al menor de los shidis. Casualmente el dueño de la cometa que hace unos minutos Wei Wuxian había hecho su gran tiro.

Pero ya era tarde, todos los soldados Wen se encontraban haciendo camino hacia el Hall principal donde se encontraban Madam Yu y Wei Changze atendiendo asuntos de la secta, principalmente que se informaba que el líder Jiang aún no llegaría a Yummeng sino hasta dos días después.

Los tres orgullos de Yummeng no tardaron en hacer presencia también. Lo sorprendente de la situación era ver a la mujerzuela de Wen Chao sentada de manera muy cómoda en la silla del líder. La mirada de todos era de profunda ofensa, pero sobre todo una de asco.

Wei Xue miro con furia a la sirvienta — ¡¿Que le hiciste al último Shidi?! ¿¡Por qué te lo llevaste!?

Wang Lingjiao miro con desprecio al menor — ¿Cómo te atreves a levantar la voz en mi presencia? — una de su manos acaricio la silla con picardía y soberbia — Los asuntos aquí no te incumben, niño... Pero — Su mirada viajo entre los tres que recién llegaron para finalmente posarse en el mayor — Tal vez si le interese al joven que tienes al lado

Wei Wuxian solo pudo sentir lástima por la mujer que tenía enfrente, además de una profundo deseo de tomarla del cabello y arrastrarla por todo muelle de loto por tomar el puesto de su Tío Jiang con tanta confianza.

Claro está que Madam Yu compartía el sentimiento de enojo ante tal ofensa, incluso reconociendo que la mujer era aún más maleducada que Cangse Sanren en cualquier aspecto.

"Solo una sirvienta más, que infame visita" Pensó la dama Yu

Madam Yu — ¿Por qué has aprisionado a uno de nuestros discípulos?

Wang Lingjiao solo sonrió de manera "inocente" — Tengamos una buena charla ¿Dónde está mi té? Veo que no solo sus discípulos son una vergüenza, también lo es la servidumbre

Yinzhu — No hay té
Jinzhu — Y los sirvientes están ocupados en asuntos más importantes

El ambiente era tenso no solo por la ridícula mujer sino por los guardias que le acompañaban. Estaban listos para atacar en cualquier segundo.

Madam Yu aún sin perder la compostura volvió a preguntar — ¿Por qué has aprisionado a uno de nuestros discípulos?

Por el contrario Wei Xue ya estaba estresado de tan ridículo protocolo — ¡Ella se lo llevó insinuando que le faltó el respeto a la secta Wen! ¿Como una cometa que tiene un círculo rojo es una ofensa?

Wang Lingjiao — ¡Es una ofensa! Se pudo usar otro color u otra figura pero ¿¡Por qué un círculo y de color rojo?!

Wei Wuxian dejo salir una risa vacía — Es ridículo. Si seguimos tu lógica, las manzanas por ser rojas ya no se deberían comer

Madam Yu levantó una mano para que los más jóvenes guardaran silencio y miro nuevamente a la extraña cucaracha que tenía de visita — ¿Vienes aquí... Solo por una cometa?

Wang Lingjiao por fin se digno a levantarse del trono del líder — Claro que no — camino lentamente hacia Wei Wuxian, casi como si intentará seducir al joven — Vengo a castigar a este sirviente