Rumores [Terminada]

Cacerías Nocturnas

.
.
.

Cinco años después

La noche no había permitido que el brillo de la luna alcanzará su punto más alto y dos jóvenes ya habían terminado con su cacería matando a las bestias que acecharon los lagos en esa semana.

— Gracias a tu "amor" logramos localizar su escondite — Dijo un joven de radiante sonrisa burlona y su coleta alta bailaba con el viento

— Cállate — le respondía el menor de túnicas moradas y marcada mirada molesta - Sus nombres son así ¿Puedes superarlos?

— No te preocupes A-Cheng, solo juego un poco, cambiando de tema ¿A qué horas debes volver a la secta?

— Antes del amanecer

— ¿Madam Yu sabe que saliste?

—...

— Lo suponía — cruzo sus brazos y miró al cielo — vas a ser castigado de nuevo. No me agrada eso

El día que se conocieron no termino muy bien que digamos.

Después de una rica sopa de raíz de loto con costillas de cerdo se escuchó una fuerte pelea en la sala principal. Los más jóvenes no pudieron evitar ir a ver qué era lo que pasaba.

— No son bienvenidos aquí, pasaste por encima de mi orden y los dejaste pasar

— Mi señora, por favor, ahorita no es momento — Dijo el líder Jiang tratando de apaciguar la ira de la mujer

— Me gustaría que se fueran. Wei Changze es permitido por tu amistad con él, pero no quiero saber nada de esa mujer y su hijo. No los quiero cerca de los míos

Algo en la mente del joven Jiang hizo click.

En la mañana escucho como sus padres discutían sobre una posible amante de su padre ¿Se refería a la madre de Wei wuxian? Pero ella está casada con su tío ¿Por qué se altera tanto?

— Tercera dama Yu no olvide sus modales — Dijo la mujer de pulcras ropas ya en su límite por el estúpido espectáculo

— ¿Ahora vas a educarme Cangse Sanren? ¿Que más falta? ¿Que también me deba ir porque estás en mi casa?

— No hay necesidad de tantas palabras venenosas tercera dama, si no somos bienvenidos ya nos retiramos. Iré por mi hijo y no volveré a pisar Muelle de Loto.

— Cuánta dignidad de la aprendiz favorita de la inmortal Baoshan Sanren. Por mínimo cumple con esas palabras

La espada ya iba a abandonar su funda cuando Wei Changze intervino colocando una mano encima de la dama de blanco.

— Tercera dama Yu, le pido cordialmente que no trate así a mi esposa. Solo íbamos de paso y encontramos a su hijo y lo trajimos de vuelta. No es necesario que sea más incómoda la noche