Capítulo 41

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-. hace unos años mi hermano mayor, murió en un robo, su nombre era Joe y tenía 18 años cuándo murió y yo tenía 15, el día de su muerte me tatue su nombre acá. - señaló la parte inferior de su seno. - miró mi reacción y volvió a hablar. - dos años más tarde mamá tuvo un accidente, estába manejando íbamos para la casa de una amiga mía, le insistí a mamá qué me llevara, en el camino un camión nos cerró y chocamos con un árbol. -¿Sabes que es lo más feo de esas dos muertes?. - dijo mirándome.

-. dime. - dije girando la cabeza para verla.

-. qué en las dos estuve. - cerró los ojos con gran dolor.

No sabia qué hacer, me dolía verla así, no era fácil para ella decir todo ésto se notaba, pero aqui estoy yo para protegerla y la abrace.

Me separó de ella para seguir contándome algo más.

-. me aleje de mi hermana y mi papá, justo después de la muerte de mi mamá, me sentía culpable, me sentía en el infierno, yo soy la oveja negra de mi familia. -

-. no digas eso. - dije sorprendido de lo que# dijo.

-. yo estába en el infierno, pero después te encontré para qué me guiaras a la luz. - dijo mientras tomaba mi mano.

No sabia qué decir, estába aún impactado de todo lo qué me había dicho, al parecer no con muchos habla así, me hace sentir bien qué confie en mi.

-. ¿me encontraste?. - pregunté.

-. es una larga historia. - dijo ella sonriendo.

-. tengo tiempo. - dije mirando el reloj.

Me miró y abrió la boca para hablar, después se acercó a mi y me beso, cómo sus dulces labios sabían hacerlo, de la manera perfecta qué solo sabia hacerlo ella para qué yo le entregará mi vida.

Pasamos minutos largos mirando las estrellas y cuándo voltie a verla estába dormida.

Sabía qué ya me había dicho mucho, no iba a presionarla, hoy no lo hice y me contó muchas cosas de su vida.

-. te amo mas qué a nada en el mundo. - susurre en sus labios mirando cómo dormia.

Me levanté de la arena y la levanté en mis brazos sin despertarla, subí a la casa, llegué a nuestra habitación, la puse en la cama, aún vestía su vestido de fiesta, busqué en su maleta y encontré mi buso GAP, no recordaba qué lo había dejado allá.

Lo saqué y delicadamente saqué su ropa y puse mi buso GAP, estába haciendo un poco de frío, me puse un pantalón de pijama y me acosté al lado de ella poniendo un brazo en su cintura y me dormí tranquilamente.

Del Infierno Al CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora