Del Infierno Al Cielo

Capítulo 73

Narra Damian.

Estoy sentado frente a Vanessa, tatuadome algo qué no se, el dolor es agotador y finalmente después de 1 hora han terminado para poder ver lo qué acaban de hacer en mi piel.

Vanessa se paró al lado mio y yo igual, esperando el gran momento de mirar el tatuaje, estamos frente a un espejo y Lucas el tatuador tiene otro para dejar ver el reflejo de nuestro tatuaje.

-. a la cuenta de tres. - dijo Vanessa y tomó mi mano.

-. 1..2..3.-dije y Lucas subió el espejo y dejó ver el tatuaje.

Era una frase en negro y letra cursiva, una frase que completabamos los dos.

"One love like ours can never die, eternal love".

Como todo lo que eramos juntos, la frase perfecta.

Definitivamente ha sido el cumpleaños más perfecto de toda mi vida y se lo debo a Vanessa.

-. por favor dí algo. - susurró Vanessa preocupada.

-. me encanta. - dije sonriendo y la base, la bese con el gran amor qué le tenía, definitivamente es ella mi todo, mi pasado, mi presente y mi futuro.

-. aún no acaban las sorpresas. - dijo Vanessa sacándome de la tienda de tatuajes.

Llegamos al edificio y subimos al apartamento, cómo siempre abrí la puerta y prendí la luz, todo estába cómo lo habíamos dejado.

Noté qué Vanessa con gran esfuerzo, debido a su estatura, cubría mis ojos por detrás con sus manos, guiándome según lo qué presiento a nuestra habitación.

Dejó qué mirará y abrí mis ojos, pues los tenia cerrados, prendí la luz y dejé ver lo mejor de mi vida, habían fotos mías y de Vanessa, pequeños, de novios y ahora de comprometidos y todas estaban amarradas a unos globos que flotaban y se sostenían en el techo y en la cama había un cuadro con la foto mía y de Vanessa, la misma foto qué quedo cuándo el video se puso en la boda de mamá.

Estábamos en la playa jugando, y estábamos abrazados y nuestras mejillas juntas, y abajo estába la "misma" foto de nosotros grandes, sonreí al ver la foto, mamá le encantaba esa foto y decidió tomarnos una ahora grandes y se ve algo similar a la de hace varios años atrás.

giré a ver a Vanessa y no estába detrás mio, salí buscándola por toda la casa y cuándo la encontré.

La encontré de nuevo en nuestra habitación, estába en el marco de la puerta del baño y tenía puesto un babydall negro.

Se acercó a mi y me lanzó en la cama con fuerza, se subió en mi regaso y empezó a besarme, el beso era fuerte y hacia qué la deseara más, quitó mi camisa y besó mi abdomen para volver a mi boca.

Luego se levantó y quito mi pantalón dejándome en bóxer para admirar mi gran bulto, se alejó de mi y empezó a mover su cuerpo con el babydoll aún puesto, se veía tan sexy, se quitó la tanga de encaje qué tenía y luego la parte de arriba del babydoll, quedando desnuda, admiré su belleza, luego giró y saco de un cajón un paquete plateado, quitó mis bóxer y pusó con cuidado el condón.

Luego se subió a mi regaso y me dejó entrar a su ritmo, en un ágil moviento quedo ella debajo y yo tomé las riendas, entraba y salía y solo podía ver su cara de placer qué me enloquecia haciendo qué mis embestidas fueran más duras, ella deslizó sus manos por mi espalda clavándome las uñas con cada embestida.

-. Damian. - gimió mi nombre cuándo llegó al clímax y poco después caí yo.