Del Infierno Al Cielo

Capítulo 44

Narra Vanessa.

Estába con Hanna en el entrada de mi habitación cuándo preguntaron por mi en la puerta, reconocía esa voz, era Damian, definitivamente no quería verlo, aún me dolía saber lo qué había hecho.

-. no quiero verlo. - le dije a Hanna y entré a mi habitación

Ella salio y no sabia a qué , luego escuché que hablaba con Damian, se presentó cortesmente.

Estába enojada, no podía creer qué el estuviera acá, me puse mis audífonos y puse mi canción favorita a todo volumen y cerré los ojos mientras esperaba a qué Hanna regresará.

Se había acabado mi canción y entré el silencio del cambio de canción escuché que Hanna me grito.

-. es hermoso.

Abrí los ojos y lo primero que vi fue un ramo de rosas con patas, estába tan grande qué tapaba a Hanna y en el brazo tenia una caja blanca.

-. ¿qué es eso?. - pregunté señalado la caja.

-. ésto te lo trajo Damian. - dijo Hanna y puso las rosas en mi cama y me entregó la caja.

Miré las rosas, estaban divinas, su rojo era fuerte, eran muchas y las conté, 41 flores, los mismos días qué estuvimos separados, seguro es una casualidad, abrí la caja y en ella habían cartas, todas con un número, pase una por una hasta la ultima y decía: dia #41.

Contó los días al igual qué yo, miré a Hanna quien estába sorprendida.

-. ya entiendo. - susurró Hanna.

-. ¿que entiendes?.-pregunté curiosa.

-. un amigo de el antes de cerrar la puerta gritó , "una por cada día" . - dijo Hanna emocionada.

Puse los ojos en blanco y me dediqué a leerlas una por una mientras Hanna las leía conmigo.

-. tienes qué perdonarlo. - dijo Hanna después de terminar las 41 cartas.

-. ¿será?. - pregunté confundida.

-. amiga, ésto no lo hace cualquier hombre en el mundo. - dijo abrazándome emocionada.

-. no se qué hacer, quiero dormir. - le dije a Hanna para qué se fuera y me dejara pensar, ella asintió y se fue sin antes decir.

-. no niegues lo qué sientes por el.

Después de qué Hanna me dejo sola, me puse a pensar en todo lo que haba hecho Damian por mi y todo lo qué me había escrito, hasta qué un sueño profundo me invadió y me dormí.

***

Estába en un lugar blanco y tranquilo miraba todo a mi alrededor para intentar reconocer algo.

-. es un buen chico. - dijo una voz conocida a mis espaldas.

Giré a ver quien era, miré sus pies estaban descalzos, subí mi mirada lentamente estába vestido de blanco, subí a mirar su cara, era Joe.

-. no se qué hacer. - dije bajando la cabeza.

-. no lo dejes ir, nena. - dijo Joe con una sonrisa.

-. no es fácil, Joe.-refute.

-. si lo es, solo no le ocultes cosas. -

Y se desvaneció, era un sueño y había soñado con Joe, nunca lo había hecho, recordé cuándo vi a mamá en el hospital, entonces me dí cuenta qué Damian no era igual a todos, Damian era mi luz.

Miré el celular y eran las 2 de la mañana, me levanté e hice maleta y llamé a la mamá de Damian para aceptar su invitación.

***

Había llegado, conocía muy bien esté pueblo, había vivido unos años acá.

Abrí la gran puerta blanca y al fondo vi a Damian, me acerqué a la casa mirando qué el no girará, quería darle una sorpresa, subí las escaleras, en la casa estába la mamá de Damian y Mike, los saludé y luego ella me guió a la habitación dónde dormiría Damian.

Me puse mi bikini rojo y salí a la playa, aún Damian estába sentado, me acerqué a él y le susurre al odio.