Capitulo 179:

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Discúlpame...

Amon

Mi equipo había sido masacrado por los aliados de Donato pero habían muerto con honor pues los habían masacrado hasta desfallecer.
Cerré los ojos de la última chica y oré por ellos despidiéndome, la herida del estómago aún no cerraba por completo pero había parado la hemorragia.
Caminé un poco entre escombros, tratando de buscar un refugio mientras mi herida cerraba, la guerra seguía pero ya se escuchaba muy lejana a dónde me encontraba. Me deje caer por fin en lo que parecía un conducto de aire, la luz tenue del sol que se colaba por las rejillas indicaba que ya estaba amaneciendo, tomé con fuerza la cruz que sostenía en mi mano hasta que la piel se abrió, ¿cuántos no llegaron a ver la luz de un nuevo día? Levanté la mano y la abrí, viendo la cruz manchada con mi sangre, ¿Seremos libres después de esto? Suspiré, posiblemente no pero almenos esto hará que los niños que queden puedan correr con libertad algún día... Si es que sobreviven.
Los recuerdos agridulces del orfanato hirieron mis pensamientos, la muerte siempre estará presente sin importar que... La cruz brilló y una lágrima rodó por mi mejilla.
-es suficiente de lamentaciones.- murmuré.
Lancé a un lado la cruz y corté mi camiseta para tratar de cubrir la herida, ya estaba casi cerrada pero aún podía ver hacia adentro.

Cuando por fin logró cerrarse la herida, salí de ese lugar para buscar sobrevivientes, según lo que logré escuchar por el intercomunicador Nakarai quien había entrenado a la mayoría de los escuadrones, estaba gravemente herido, Ojo parchado le había atacado por la espalda a traición, ahora Asumy y los equipos N y A se encontrarían en peligro.
También Suzuya se había encontrado con un ghoul gigantesco, al parecer era...
La imagen de dos pequeños ghouls arrastrando el cadáver de un payaso hizo que mi mente se distrajera.
Sin darme cuenta comencé a seguirlos para ver que harían con aquel cuerpo.

Llegamos hasta un lugar tan oscuro que no podía ver ni mis propias manos pero podía escuchar el murmullo de varios niños.
-apresúrense o no tendremos tiempo de que sane- murmuró uno de ellos.
-ya voy, es difícil cortarlo, está muy grande y no puedo sacar mi kagune- dijo en voz de una niña.
-déjame hacerlo a mi- murmuró otro.
-deprisa antes de que pierda el conocimiento de nuevo- escuché decir a otro.
Distinguí un suave quejido entre los murmullos.
-rápido háganlo que coma- dijo otra voz de niña.
-¿Qué está ocurriendo?- pregunté.
-¿Amon-san?- una débil voz se escuchó.
-esta muy mal herido- respondió uno de los niños.
-dejo que le volaran las piernas- dijo una de las niñas.
-¿Quién?- pregunté, mis ojos comenzaban a acostumbrarse lentamente a la oscuridad, por lo que lograba ver algunas siluetas, vi una mano levantarse temblorosa.
-Takizawa-san por favor no se mueva, la herida de su hombro puede abrirse de nuevo- le regañaron los niños.
-tome, coma esto, sanará pronto- dijo la dulce voz de la que parecía ser la más pequeña.
Su manita puso un trozo de carne del payaso en sus labios y este comió lentamente.
-Amon-san- murmuró después, me senté frente a él y tomé la mano que me extendía, la piel se sentía áspera y daba un ligero olor a quemado, también había heridas húmedas posiblemente por la sangre que aún emanaba de ellas.
-no hables mejor come, las células harán que te regeneres.- le dije y el río sin ganas.
-estoy tan herido que probablemente no sobreviva, ellos insisten en que me salvarán pero es una lucha inútil.- murmuró despacio.
-no hables así, te recuperarás, todavía hay mucho por hacer no te rindas.- le dije- ya vencimos a la muerte una vez, ¿lo recuerdas?
-Amon-san... Discúlpame, me desvíe del camino e hice las cosas mal... Yo... Ya no puedo ser salvado...

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Losé técnicamente es Viernes así que me disculpo, este capítulo ya estaba escrito pero el de mi otro fanfic aún no y como los subo al mismo tiempo pues hasta hoy los subí.

En fin, aquí el capítulo de esta semana.

Díganme: que piensan de Takizawa??

Gracias por leer, votar y comentar.

Duerman bien, cuídense.

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