Nuestro pasado

Capitulo 90:

Los dias pasaron y la ceremonia de promoción seria esta semana.
Azuky y yo a penas saldríamos del hospital el dia de hoy, no nos habíamos visto mucho en el hospital pero nos visitábamos cúando podiamos.

-por fin en casa... ¡vaya! Tenemos desde febrero sin estar aqui- dije dejando a Yang en el suelo.
-¿enserio?- dijo sorprendida.
-extraño ¿verdad?- ella asintió.
Dejamos nuestras cosas en el piso y nos lanzamos de espaldas a la cama, sintiendo la suavidad del colchon y de las almohadas.
-¡cama, te extrañé!- grito Azuky feliz.
Reí y le di un almohadazo. -yo te extrañé a ti, Azuky Suzuya.- dije haciendo una voz extraña.
Ella rió y me golpeó con la mini Azuky. -tramposo.
-mira quien lo dice, me pegaste contigo- reimos.
De repente Yin subió a la cama acurrucandose entre nosotros dos.
-hola pequeña- dijo ella acariciando su cabeza. -creciste...- se le corto un poco la voz y los ojos comenzaron a brillarle.
El ladrido de caramelo nos hizo voltear, el salto a la cama pasando por encima de mi para llegar a Azuky. -tu también creciste demasiado.- ella lo abrazo y comenzo a llorar. -no volvere a irme, lo prometo.- caramelo comenzo a lamer su cara como diciéndole que todo estaria bien.
Ella volteo a verme con los ojos llorosos y antes de decir nada corrio al baño.
Desde donde estaba podia escucharla llorar, ha pasado por tantas cosas... Me levante y camine hasta la puerta dando un leve golpe. -¿estás bien, quieres hablar conmigo?
Escuche como se sonaba la nariz. -¿puedo darme un baño?- dijo, su voz parecia robótica.
-claro, démonos un baño.

Ella intento hacer que me quedara fuera pero no iba a dejarla sola sintiéndose así.
Asi que mientras ella ya estaba en la bañera llena de espuma, yo me desnudaba.
-¿quieres hablar?- le dije mientras me quitaba los pantalones y me metia a la bañera, antes de irnos le habian quitado los yesos y a mi las vendas por lo que podiamos bañarnos con normalidad.
Ella abrazo más sus rodillas. -creo que es momento de hablarlo, ¿verdad?
Asentí, entonces ella desvío la mirada viendo la espuma que habia en su mano.

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Cuando cumpli los 16 años, mi cuidador me preparo una "fiesta" de cumpleaños, habia "vino", "comida"... En realidad nada que pudiera comer pero estaba feliz, nunca antes habia estado en una fiesta.
Todo iba bien, les servia el "vino", "platicaban" conmigo y "nos divertíamos", nada era diferente... Hasta que dieron las 12... Las campanadas sonaron y mi cuidador me felicitó dandome un abrazo, yo me sentia feliz, muy feliz. Entonces él dijo que me tendria un regalo y que para dármelo tendria que subir a la mesa y quitarme toda la ropa, yo era su muñeca y queria ver mi hermosa piel de porcelana.
Sin dudarlo subí a la mesa y comence a quitarme todo, creí que eso lo haria feliz... Me equivoque.
-no, no, no, no, ¡NO!- grito tras de mi. -¡¿que hacen esas horribles cicatrices en tu piel?!- jamás me había gritado asi, estaba asustándome. -¡explícame!- me arrojó al suelo. -¡así no puedo admirarte!- grito aun más haciéndome retroceder, sus ojos se tornaron como los de un ghoul y sus kagunes salieron rompiendo los muebles e incluso atravesando a algunos de sus "amigos". -¡no eres mi muñeca!- pateo mi cuerpo, aun sentia dolor asi que sentí cuando mis huesos rebotaron uno contra el otro, tomo mi cabello y acerco mi rostro al suyo y entonces sonrio. -si no puedo admirarte... Te usaré- sus ojos chispeaban con maldad. Mi corazón latía aterrorizado.
-perdón, perdón por tener cicatrices- dije torpemente, creyendo que eso lo calmaría.
-shhh- dijo poniendo su kagune en mis labios. -dejame ver tu cara.- entones su kagune se enterró en mi cintura, el dolor era insoportable, quemaba todo dentro de mi...

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Hooolaaa!! Por fin sabran como es que Asumy llego a la subasta, bueno en el siguiente cap. Pero aqui sabrán el por que de su cicatriz en la cintura.

Diganme: si pudieran agragar algo a esta historia que seria??
Que piensan del Sato, su difunto cuidador??

Gracias por leer, votar y comentar... De verdad gracias...
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