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Al mismo tiempo que había llegado al orgasmo, dió un bajo y agudo gemido, el cuál decía el apodo de su amigo de la infancia.

Sus piernas temblaban debido al cansancio, sentía una atenta mirada sobre él.

-Izu-chan-.

Su cuerpo entero sintió un escalofrío al oír su nombre siendo pronunciado por aquella voz. Volteó ligeramente su rostro, para observar a Max, que era quíen le hablaba.

-¿Q-qué?-.

Luego de responder, escuchó un par de risas ahogadas. Dirigió su mirada a la pantalla del teléfono, Katsuki se reía.

-¿Oíste, Max? Gimió mi nombre-.

El chico chasqueó su lengua, levantándose, caminando en dirección a Izuku, quíen no podía con la felicidad. No lo había insultado o amenazado por utilizar su apodo, en su cuerpo no le cabía la felicidad, era inmensa.

Pero cualquier sentimiento de alegría fue despojado de sí cuando sintió como Max lo acorralaba contra el suave colchón. Su cuerpo desnudo tenía los vellos erizados, más que por el frío que sentía era debido al miedo que inundaba sus sentidos.

-Y-Yo hice l-la práctica M-Max-.

Tuvo que mover su rostro de costado, pues Max le plantaba pequeños besos por todo el cuello. Sus grandes manos rodeaban con facilidad sus pequeñas muñecas, sus piernas abiertas pues la cadera contraria se encontraba entre ellas.

-Deku, cállate-.

Inmediatamente dejó de hablar, sus labios temblorosos querían emitir quejidos, pues las mordidas que el contrario estaba realizando dolían demasiado como para quedarse callado.

-Anda, ¿por qué no le besas, ah?-.

Vete al carajo, Kacchan.

Pensó, aunque su cuerpo se movía solo, ya que dejó su rostro a disposición de los labios contrarios, que nada tardaron en chocar con los suyos. Su primer beso, y además de todo no contaría como un beso sin consentimiento. ¿Cómo es que su cuerpo responde de manera tan rápida a aquella voz? No lo comprende, simplemente no puede negarse.

Se quedaba sin aire, sus labios se movían con torpeza, y de lo muy inexperto que era, llevaba aguantando la respiración desde que el beso había comenzado. Por eso, al separarse, tomaba grandes bocanadas de aire tratando de normalizar el subir y bajar de su pecho.

-Le diste una mamada y ni sabes besar... vaya puta-.

-¿Quieres callarte de una vez Katsuki?-.

-Mm, no quiero, ¿por qué preguntas? ¿Por que Deku hace todo lo que digo? Ay, lo siento, es que debía ordenarle que te besara así perdías la puta virginidad de labios, Max-.

-¿Acaso él te gusta, maldita sea?-.

-¿Ah?-.

Izuku no pudo evitar concentrarse más en aquella conversación que en lo que sucedía, Max se encontraba semi sentado entre sus piernas, probablemente esperando el momento indicado para... Bueno, él estaba desnudo. Un momento, ¿ESTÁ DESNUDO?

¿Cuánto más...? 《¿Katsudeku?》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora