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El cristal se quebró, justo en la zona en donde se encontraba mi cuello reflejado.

-Izuku. ¿Qué hacés?-.

-El espejo. Se rompió-.

-Ya estaba viejo. Siéntate a comer-.

-Sí-.

La cena transcurrió en silencio, al igual que la noche en sí. No hice más que encerrarme y oír música, hasta quedarme dormido. Max me mandó varios mensajes dándome las buenas noches, sinceramente no respondí porque no sabía cómo hacerlo.

Al despertar la luz chocó contra mi rostro, giré y terminé cayendo de la cama.

Después me dí cuenta que era tarde. Tenía que ir a la escuela. Entonces me levanté a la velocidad de la luz, cepillé mis dientes, lavé mi rostro, me puse mi uniforme, tomé mi mochila y libros para la clase de hoy y bajé para desayunar.

-Estaba por salir. Vas tarde ¿Te llevo?-.

-No gracias, iré solo-.

-Okey. Te veo en la noche-.

-Sí-.

Me hice una tostada y la unté con mermelada de fresa. Comí y tomé agua, para luego salir rápido de casa cerrando con llave.

Apresuré el paso, bastante, de hecho. Recordé que tenía que peinarme, por lo que pasé mis manos varias veces por mi cabello.

Al llegar a la entrada del colegio ya todos estaban dentro, solo algunos recién llegaban, y entre ellos, estaba yo.

Ví a Max, esperando en una columna cercana a la puerta.

-Llegas tarde, eso es raro-.

-Me quedé dormido-...

Pronuncié bajito, encogiéndome un poco por la vergüenza.

-Se nota-.

Max me revolvió los cabellos y me peinó un poco con sus dedos.

-Ese corte nuevo es... lindo. Te queda bien-.

-¿Ah? Eh, sí, gracias-.

No me esperaba un halago sobre eso. Incluso había olvidado por ese momento que había cambiado mi apariencia.

Me puse rojo.

Y

Me sentí un poco bonito.

-Entremos-.

Asentí, caminamos por los pasillos juntos, bastante cerca. Y pensé en el camino, no me sorprendió ni me incómodo que me haya tocado de la nada. Eso era nuevo.

Comenzaba a acostumbrarme a esos cumplidos...

Al llegar, prácticamente toda la clase nos quedó mirando. Pareció no importarle a él, al menos. Se sentó detrás mío esta vez. Lo cual, me puso bastante inquieto. Tenía al frente, a Kacchan, y detrás, a Max.

La clase transcurrió bastante bien, pude concentrarme de manera correcta. Iba bastante bien, hice varios apuntes y entendí la mayoría de cosas. Pero entonces, nuestro profesor de literatura sacó un tema bastante interesante y llamativo.

-Hoy hablaremos sobre el bullying. ¿Qué es el bullying?-.

Levanté mi mano, y tan solo un segundo después, Kacchan levantó la suya. Me miró por sobre su hombro, yo fruncí ligeramente mi ceño.

-Es el acoso físico y psicológico que recibe un alumno constantemente de parte de sus compañeros-.

Respondí yo, observando al profesor, quién sonrió.

¿Cuánto más...? 《¿Katsudeku?》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora