3.

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Como si fuera un jodido muñeco, paré en seco, me detuve. Observé a Deku a detalle y por completo. Aún no comprendo la razón por la cual lo hice. ¿Por qué dejé de golpearlo?

No sé cuanto tiempo lo había golpeado, calculo que durante al menos diez minutos seguidos. Miré alrededor del lugar. Estábamos en un callejón oscuro y mohoso. Estaba sucio, había goteras y con ellas pequeños charcos de agua asquerosa.

Había lodo en ciertos lugares, observé y sentí mi ropa, estaba mojada, repleta de polvo mugroso. Miré mis puños y en ellos había una mezcla de las lágrimas de Deku, su sangre y la mía. También estaba sangrando, debido a que lo estaba golpeando tan fuerte que mi propia piel comenzó a desprenderse de mis nudillos.

Observé el cuerpo de Deku, tenía la cara hinchada, un ojo morado y en su mentón tenía la piel abierta. Portaba además, el labio partido y en su frente se podía ver un moretón. Sus mejillas estaban inflamadas puesto a que lo estaba golpeando con ambos puños. Sus ojos al igual que toda su cara, deformados por estar llorando de dolor. En su cuello tenía leves marcas de mis manos ya que por momentos lo había ahorcado, ni siquiera me dí cuenta de eso.

No me entiendo.

Deku estaba debajo mío, me siento superior de algún modo. Y eso me gusta. Así debe ser. Deku siempre estará por debajo de mí y yo siempre estaré arriba de él. Así funcionan las cosas.

Pero, ¿el cómo me rebaja a considerar que soy su "amigo"...? Me molesta demasiado. Soy más que él. Él es insuficiente, no llega a mi altura y nunca llegará.

¿Por qué sigue llamándome Kacchan? Después de todo lo que hice. No somos niños.

No necesito su perdón.

No lo quiero.

Y jamás lo pediré.

Me empujó con una fuerza casl nula, solo retrocedí un poco. Y el bastardo decide gritar

¡BAKUGOU...DETENTE!

Reacciono enseguida. ¿Quíen se cree que es? ¿Quién es para empujarme?
¿Quién es para decirme qué hacer?
¿¡QUÍEN RAYOS LE DIJO QUE ME PUEDE LLAMAR BAKUGOU!?

Oh, cierto.

Yo le dije. Lo amenacé con que dejara de hacerlo o lo golpearía. Pero supongo que por la adrenalina del momento lo olvidé, le dí un puñetazo con toda mi fuerza.

De repente se dejaron de escuchar sollozos y jadeos. De repente lo único que se escuchaba eran las gotas de agua que caían en los charcos y mi respiración agitada. Después de unos segundos me percaté.

Le dí ligeros golpes en las mejillas.
No respondió, entré en pánico.
Me levanté y ví que Deku no se movía. Dí vueltas en el mismo lugar, mientras agitaba mis manos.

Miré de reojo a Deku.

Y corrí. Corrí y corrí, hasta la casa de los Midoriya, me detuve en la puerta.

¿Qué carajos diría? ¿Qué excusa usaría? ¿Cómo explicaría que Deku estaba inconsciente en un callejón?

No lo sabía. Opté por la solución más rápida que pude pensar. Comencé a golpearme a mí mismo, en el estómago y en la mejilla.

Luego dí un paso adelante y toqué la puerta, la señora Midoriya me atendió.

-Hola Katsuki ¿Por qué tardaron-?---observó de arriba a abajo al adolescente frente a ella, este portaba algunos golpes notorios, estaba agitado. Pensó al instante que ese joven, estaba solo---.

¿Cuánto más...? 《¿Katsudeku?》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora