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Aquella misma noche, el profesor Kim, había ido por cuenta propia a estación de policía. La más cercana que había encontrado.

Los policías lo encontraron ensagrentado, agitado. Había salido corriendo de aquel rubio robusto y bien formado que por poco y lo manda al otro mundo con su Nana.

Nariz partida, al igual que su pómulo izquierdo. El ojo derecho morado, moretones por el abdomen y pecho. Y, no podía faltar, signos de estrangulamiento.

Tras la dramática entrada de Kim por la puerta, tras unos dos minutos, Katsuki entró. Con los nudillos en carne viva y una linda sonrisa decorándole el rostro.

Solo portaba uno que otro golpe. No le había permitido a Kim hacer casi nada, ya que había arremetido contra él dejándolo en el suelo.

---¡Señor Bakugou! ¿¡Qué significa esto!?

---Que encontre al puto violador. Les juro que a penas me vió y comenzó a golpearme... Fue en defensa propia.

Era mentira. Por supuesto. Pero no podía declarar que fue por venganza, por tocar a su Deku. De todas formas, ya todo estaba controlado. Una clara petición de que cierre el culo o iba a investigar y matar a algún pariente, por supuesto que Katsuki es muchas cosas, pero no asesino, solo tenía que asegurarse de que el idiota no abriría la boca.

Estaba muy orgulloso de su gran azaña.

Pero quería ir a ver a Deku.

Así que, a penas los policías metieron en una celda a Kim, mas o menos a las dos de la madrugada, fue hasta el hospital. Que obviamente no aceptaba visitas, pero lo suyo era algo necesario. Después de todo, era el "novio" del paciente.

En la mañana habían más de una docena de guardias nuevos. Lo que llevaría a casi treinta. Habían cámaras por doquier. De por sí, ya habían, pero las aumentaron. Todo el hospital tuvo que mejorar su vigilancia, porque Katsuki había amenazado con levantar denuncias.

Todo esto lo hizo solo una persona.

Kim.

Por su culpa, Katsuki tuvo que hacer otras cosas...

Porque nadie excepto él puede tocar a Deku de esa forma.

Cuando entró a la habitación, cuando solo quería descansar un poco de todo, quien estaba tocando a su Deku...

---Katsuki.

---...Extra.

*
*
*

Por supuesto, me habían seguido.

Por toda la cafetería.

Llegamos a la sala de profesores. Entré, a propósito. Analizando de paso que no haya ninguno, o cualquier autoridad.

Una vez que ellos entraron, trabé la puerta.

Me senté arriba de la mesa que estaba justo en el centro de todo, los miré a los dos entrelazando mis manos. Rasguñando un poco mis nudillos. Esto todavía me pone nervioso. Estar solo con ellos.

---Estoy tratando de descansar un poco de esto. De los problemas. Estoy tratando de ser alguien normal, ¿entienden? Y no puedo ser normal si tengo a dos personas detrás mío mirando a todos con cara de que si me tocan los matan.

---Escucha, Deku-

---No. Tú escúchame.

¿Cuánto más...? 《¿Katsudeku?》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora