VEINTE

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Estaban en completo silencio mientras cada uno por su lado se vestía.
Yunho estaba colocándose la remera mientras Jongho se abrochaba el pantalón que había sacado hace un momento, puesto que el que estaba en el suelo era el de su uniforme, y no iba a ponérselo de nuevo.

—¿Y ahora qué? —preguntó luego de un momento el pelirrojo, dándose la vuelta para mirar la espalda del pelinegro que estaba levantando su campera del suelo.

—Y ahora nada —respondió tranquilo—, debemos ir a trabajar.

Jongho entrecerró los ojos viéndolo con reproche. Tenía que estarle tomando el pelo.

—Me refiero a esto —aclaró rápidamente señalándolos a ambos—, nosotros.

—¿Qué con eso? —inquirió, y Jongho quiso tirarle algo porque él estaba nervioso y Yunho se encontraba de lo más normal.

—Bobo —masculló sin decir nada más. Se encaminó hacia la puerta porqué si no salía iba a terminar peleando con el mayor, pero sus intenciones fueron detenidas cuando Yunho soltó una risa baja, y al instante lo agarró del brazo para atraerlo y darle un fuerte beso que el pelirrojo no demoró en corresponder.

—¿Me estás diciendo qué quieres repetirlo? Porqué yo no tengo problema —dijo sobre sus labios mientras sonreía de lado.

Jongho iba a responder mientras sentía sus mejillas calientes, pero lo único que salió de su boca fue un pequeño gemido cuando sintió el fuerte apretón en su trasero, luego la risa juguetona de Yunho.

—H-Hyung —murmuró apenado. Era estúpido, porque acababa de gemir desesperado debajo del chico, y sin embargo no podía evitar los sonrojos ni los balbuceos al tenerlo tan cerca, y encima tocando su adolorida retaguardia.

—¿Hmm? —gruñó por lo bajo sin separarse ni un poco. Prácticamente tenía al menor pegado a él mientras seguía tocándolo.

Jongho lo miró unos segundos y pasó saliva. Quería decir algo pero le daba vergüenza, sin embargo en ese instante recordó lo que Wooyoung siempre le decía sobre "disfrutar por dos", así que se dijo que su mejor amigo realmente tenía razón.
Había disfrutado en su momento de acostarse con chicas, pero ahora mismo el haberse acostado con Yunho había sido por lejos lo mejor.

Y no le daba vergüenza admitir que quería repetirlo.

—Quiero repetirlo —dijo seguro.

Yunho sonrió y enseguida lo besó castamente soltándolo por fin.

—Cuando hagas algo bien —fue lo único que dijo antes de pasar por su lado y salir de la habitación.

—¿Qué? —murmuró incrédulo, e inmediatamente salió detrás del mayor con intenciones de quejarse y hasta reclamarle, pero se tuvo que quedar callado cuando llegó a la sala y se encontró a Yunho hablando con su madre.

—Ah, Ho, ¿estás bien? —preguntó ella rápidamente cuando lo vio.

—Sí, sólo estaba cansado, pero dormí un poco —aseguró dándole fugaces miradas al pelinegro que estaba sonriendo divertido.

—Está bien, cielo, pero si te sientes mal entonces no vayas a trabajar, puedes tomarte el día —ofreció ella todavía con preocupación.

Jongho se lo pensó unos segundos. La verdad, estaba más cansado que antes, aunque ya no se estaba sintiendo mal; la idea de regresar a dormir se estaba haciendo muy tentadora.

"Cuando hagas algo bien"

Volvió a mirar a Yunho y éste estaba expectante, esperando a que dijera algo.

Malcriado | 2HoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora