Ese día se había despertado más temprano de lo normal, ni siquiera le dio tiempo a su alarma de sonar porque antes de las seis y media ya estaba levantado guardando el uniforme en su mochila.
Jongho había quedado con Wooyoung el día anterior en ir a su casa antes de clases para desayunar juntos y así hablar bien sobre lo que había pasado.
Su castaño amigo se sentía culpable, se había disculpado unas ochocientas veces por haber metido la pata, pero él lo calmó diciendo que no importaba, porque ahora o después la reacción y palabras de Yunho hubieran sido las mismas. De hecho, le agradecía a su amigo, porque de alguna forma lo había liberado de la carga que tenía gracias a sus tontos sentimientos, ahora sabía que lo único que debía hacer era olvidarse del mayor.Agarró su mochila y salió del cuarto haciendo el menor ruido posible, aunque podía sentir ruidos proveniente de la cocina, pero le preocupaba despertar a Yunho. Ahora ya no se sentía cómodo pensando en él, se sentía demasiado humillado y avergonzado consigo mismo de sólo pensar en el mayor.
Caminó rápidamente por el pasillo y bajó con cuidado la escalera, fue a la cocina y ahí se encontró a los mayores ya comenzando a preparar el desayuno.
—Buenos días —saludó asomándose por el marco, ganándose la inmediata atención y sorpresa de ambos.
—Buenos días —saludaron ambos al unísono.
—Qué raro verte tan temprano levantado —comentó la mujer acercándose con una sonrisa.
—Sí, es que iré a desayunar a casa de Wooyoung y luego me iré a clases, ¿no hay problema?
—No cielo, claro que no.
—Nos vemos a la tarde —se despidió alejándose enseguida.
Cerró la puerta principal detrás suyo luego de oír el saludo de los señores Jeong y no tardó en meterse a su coche. Llevaba tiempo sin usarlo, pero la casa de Woo quedaba algo lejos y además, no tenía prohibido utilizarlo, así que no lo pensó dos veces y sólo arrancó después de dejar su mochila en el asiento del copiloto.
El viaje a casa de su amigo fue rápido y sin contratiempos. Cuando llegó lo recibió el chico con aspecto de haberse levantado hace ya un buen rato.
—¿Llevas mucho levantado? —preguntó mientras atravesaban la sala y él dejaba su mochila en uno de los sofás.
—Desde las cinco y media, me desvelé —contó haciendo una mueca de cansancio. Sentía que si se acostaba iba a dormirse todo, y no podía porque tenía clases.
Se sentaron en la mesa del comedor en completa soledad puesto que los empleados ya habían desayunado y cada uno estaba con su labor.
—¿O será que Hongjoong se quedó a dormir? —preguntó con cierto tono de juego que hizo a su amigo sonreír y negar.
—No, normalmente soy yo quien se queda con él —aclaró mientras le echaba apenas azúcar a su café, necesitaba despertarse—. Entonces, cuéntame bien.
—No hay más de lo que te conté ayer —cortó viendo perdidamente su taza de chocolate caliente—, aunque ahora no sé qué hacer.
—¿No? Pues debes darle una patada en el culo a ese miserable insensible, Jongho —acotó con enojo—. ¡Ugh! Siento que toda la mierda en mi intestino se mueve cuando pienso en él.
—¡Woo! —chilló impresionado, pero al instante se soltó a reír sin poder evitarlo.
—Déjame, ahora lo odio. No puedo creer lo que hizo... quiero... —tanteó pasando la vista rápidamente por todas las cosas sobre la mesa. Enseguida manoteó una tostada y la colocó frente a su rostro bajo la mirada atenta y divertida del pelirrojo—, quiero que sea esta tostada para ir y, ¡saz! —soltó mientras atravesaba el pan con un cuchillo, luego agarró un poco de mermelada de fresa y la desparramó por la tostada—. Después va a gritar "¡ah, me desangro, ayuda, ah!" —chillaba con voz aguda mientras movía el alimento por el borde de la mesa simulando que corría.

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Malcriado | 2Ho
FanfictionChoi Jongho es un chico de diecinueve años con graves problemas de comportamiento y actitudes totalmente desubicadas. Un malcriado en todo el sentido de la palabra. Su vida perfecta se verá perjudicada cuando sus padres decidan sacarle todo y en...