Capítulo Trece

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Capítulo dedicado a Bbacrazy gracias por la bienvenida a tu corazón, Ryu está encantado. 🌚

*C sienta en el lado VIP*

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(Canción: Talk de Khalid feat. Disclosure)

Las predicciones de Saoirse eran un pelín más exageradas de la cuenta —y realmente estaban alimentadas por la esperanza de estar más días sin instituto—, y el martes ya pudimos reanudar las clases. Aunque la profesora Watson decidió retrasar el examen a hoy, jueves, sabiendo que ni el domingo ni el lunes habíamos estudiado porque todo el mundo había aprovechado la nevada.

Así que he tenido un examen de una hora y media sobre las dos guerras más importantes del mundo a última hora y ahora estoy agotada. Tanto que, a diferencia de los otros días que he le insistido siempre a Saoirse de ir en bus y a Ryu de que no era necesario que nos recogiese, hoy se lo agradezco.

Porque si no habría terminado durmiéndome los cuarenta minutos de trayecto, y suficiente vergüenza había pasado desde que había llegado a Irlanda.

—¿Qué vas a hacer ahora? —pregunta, mientras abre la puerta de casa.

Una nueva oleada de viento nos golpea y me abrazo a mí misma incluso con más fuerza, en un intento de mantener todo el calor corporal posible. Aunque eso no evita que me empiecen a castañear los dientes ante la bajada de temperatura que hemos sufrido en tan solo unos días.

—D-Dormir —tartamudeo.

Ryu me mira por encima del hombro al escucharme, enarcando una ceja ante, supongo, la imagen que debe de estar viendo. No sonríe, pero sé que por dentro se está riendo de mí.

Imagínate una chica de metro sesenta y cinco, vestida con un chaquetón azul marino muy gordo junto a un gorro de lana gris abrazándose a sí misma mientras tiembla de pies a cabeza, con los dientes castañeando y las mejillas sonrojadas por el frío.

Desvía su atención cuando la cerradura hace su característico clic y abre la puerta, cediéndome el paso para que sea la primera al entrar. Le hago un gesto con la cabeza en forma de agradecimiento y él me ofrece una sonrisa de boca cerrada antes de cerrar la puerta detrás de él.

Suelto un suspiro, aliviada cuando al quitarme las botas siento la calefacción de subsuelo dándome la bienvenida. Me quito el abrigo, colgándolo en la percha al lado de la entrada y coloco las botas debajo de este. El gorro, por otro lado, me lo guardo en la mochila antes de encaminarme hacia el pasillo para ir a mi habitación.

O, al menos, esa era mi intención.

—Dormir suena como un plan bastante aburrido, ¿no? —pregunta a mis espaldas.

Le miro por encima del hombro, enarcando las cejas al ver que Ryu está sonriendo abiertamente, mientras se quita el abrigo y la bufanda.

—¿Tú tienes un plan mejor?

—¿Escuchar mi nuevo vinilo de Khalid, por ejemplo? —Señala la bolsa de cartón que tiene en las manos con la cabeza antes de sacar la funda con la imagen del álbum y el título del mismo.

—¿Tienes un tocadiscos? —suelto sin pensar.

Ryu está a punto de reírse ante mi pregunta, pero al darse cuenta de que lo se lo estoy preguntando en serio, bufa, incrédulo en su lugar.

—Vale, lo estabas preguntando en serio —comenta, no sé si más para sí mismo que para mí. Dejo la mochila apoyada en la puerta que da paso al salón y camino hasta llegar a su altura, entrecerrando los ojos, irritada—. ¿Qué te crees que hago con los vinilos, Esther? ¿Coleccionarlos?

Un inesperado amor | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora