Capítulo Diecinueve

24.2K 1.6K 2.1K
                                    


Capítulo dedicado a danielaalizartee siempre será un placer subirte un poquito más las expectativas con cada capítulo 🧡

Felicidades a _veronixx_<3

(Canción: Male Fantasy de Billie Eilish)

<< 19 >>

El resto del fin de semana, después de la fiesta, he intentado no darle vueltas a nada de lo que pasó. Ni a lo de Jason, ni el hecho de que Brittany nos viese juntos, ni tampoco en Ryu y en el hecho de que había dicho en voz alta que le importaba.

Pero claro, ha sido solo un triste intento.

Así que hoy, al mirarme en el espejo no me sorprende cuando me encuentro con unas profundas ojeras bajo los ojos. A pesar de que es lo último que me apetece ahora mismo, me obligo a ponerme algo de base para disimularlas.

Al menos, físicamente, el cansancio no es notable, aunque esté ahí.

Respiro hondo y me mentalizo sobre todo con lo que voy a tener que lidiar hoy.

Suelto el aire con lentitud, ordenando cada una de los obstáculos que tendré que pasar, como me enseñó mi psicóloga hace un año.

«Un problema a la vez, Esther. Uno solo», me repetía siempre.

El primero es evitar a toda costa el interrogatorio de Saoirse.

Me lavo los dientes y me echo colonia antes de salir del baño y entrar a mi habitación para coger la cámara analógica y guardarla en la mochila. Tengo pendiente todavía ir a algún laboratorio para revelar las fotos que he ido haciendo a lo largo de estos meses, pero no he encontrado el momento ni tampoco el lugar, aunque espero hacerlo pronto.

Al salir del pasillo, me acerco a la isla para coger un plátano, saludando a Kenji en el proceso, que está preparando el desayuno para Kairi y Nara que les queda, por lo menos, media hora más de sueño antes de que él los vaya a despertar. Helen, supongo, que estará sacando a Boots, porque no hay ni rastro de la bola de pelo.

Antes de que sea capaz de abrocharme el abrigo, escucho un par de golpes en la puerta. Con media manga puesta y arrastrando la mochila por la moqueta, abro la puerta.

—¿Buenos días? —pregunto, al ver lo cansada que parece mi mejor amiga.

—Para quién los tenga.

Frunzo el ceño al escucharla tan desganada.

—¿Ha pasado algo?

—La verdadera pregunta, Esther, es qué no ha pasado —refunfuña—. Pero como no salgamos ya, vamos a llegar tarde.

Solo con ese cambio de tema, sé que no quiere hablar de lo que sea que ha pasado y decido respetarlo. Sé que cuando quiera hablar de algo, lo hará. Si le insistiese en hacerlo, tendría el efecto contrario y en lugar de abrirse, se cerraría cada vez más.

Caminamos en silencio hasta la parada, con el único sonido de los coches yendo y viniendo junto al murmullo del viento, azotando los árboles con fuerza. A pesar de estar más cerca de la primavera que del invierno, las temperaturas siguen igual de frías que en enero. Al menos, esa es la sensación que tengo cada vez que salimos para lo que sea.

Llegamos justo para coger el bus, con el silencio intacto entre nosotras.

Sé que dije que iba a hacer todo lo que pudiese para que Saoirse no me hiciera ninguna pregunta respecto a la fiesta, porque no quería hablar de ella, pero no hablar en absoluto no entraba en mis planes tampoco.

Un inesperado amor | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora