Casada con un Demonio (+18) [EDITANDO]

Capítulo 80

LUCE*

Monté al coche de April y le pregunté donde íbamos.

-De camino a por el vestido de boda que ya te probaste en su momento.- Dijo sintiéndome.

Estaba muy nerviosa a pesar de que ya se había hablado mucho lo de la boda. En menos de un año me han comprometido, he tenido una hija y mi mejor amigo murió... Al recordar a Daniel noté como mis mejillas se acaloraban y mis ojos se volvían cristalinos.

-Si lloras que sea de felicidad...- April me tendió un pañuelo.

-Si.- Respondí secandome las lágrimas que ya habían recorrido mis mejillas.

-No sé de qué irá todo este rollo, pero mi hermano te quiere.-

Realmente no dudaba que él me quisiera, pero nuestra evolución como... ¿Pareja? No había sido la más bonita.
No sabía si realmente me casaba por amor. Antes era una obligación, pero ahora..

April notó que mi mente estaba en otro mundo y me golpeó el hombro indicando que encendiera la radio. Íbamos cantando las canciones que salían, algunas mejor que otras pero cumplíamos.

April aparcó delante de la tienda de bodas y me agarró la mano.

-Todo irá bien.- Me sonrió y salió del coche. Yo la seguí y antes de entrar respiré hondo.

-Buenos días, señora Donovan.- Varias chicas nos hicieron un correo ofreciéndonos champán y un asiento donde ir.

-No hace falta que hagan esto...- Dije en bajito mientras la gente que había en la tienda nos miraba.

-El señor Donovan...-

-El señor Donovan no está aquí.- Dije algo más firme.

-Lo que usted desee, señora.- Respondió la chica agachando la cabeza.

-Aun soy señorita.- Dije abriéndome paso y entrando a la sala que nos habían preparado. No quería tratarla tan mal, pero estaba arta de que todo fuese Señor Donovan. No he nacido en una cuna de oro, me gusta lo humilde.

-Bien dicho Señora Donovan.- April se echó a reír y yo la seguí el juego.

-Ejem.-

Un hombre alto y delgado se encontraba parado enfrente nuestra. Cuando April y yo dejamos de reírnos, el hombre chasqueó los dedos y doa chicas salieron cada una con los dos vestidos que me había probado hace unos meses.

-Estos son los vestidos que el Señor Donovan mandó arreglar para usted.-

Cómo no...

-Me quedo con ese.- Dije señalando uno de los vestidos.

Todos se miraron algo incómodos y yo no entendía el porqué. Después de un silencio el hombre me miró y carraspeó su garganta.

-Perdona Señora Donovan, no la hemos avisado. Estos vestidos son de usted.- Dijo señalandolos.

-Pero solo me caso una vez.- Dije mirando a April.

-A mi no me mires, esto debe ser cosa de tu futuro marido.- Ella le echo una trago a su copa como si no supiese nada.

Ya estaba acostumbrada a estas cosas, pero seguían sin gustarme.

-Tiene que elegir cuando se pondrá cada uno. El primero es para la ceremonia, el segundo es para el baile y el tercero... Un momentito.- Sin terminar la frase cogió su teléfono y se fue.