Casada con un Demonio (+18) [EDITANDO]

Capítulo 2

»»----- LUCE -----««

Estoy en el café con Daniel y sus amigos. De repente, noto la presencia de un hombre en una mesa cercana. Nuestras miradas se entrelazan por un instante y, siento curiosidad por esa conexión fugaz. Decido sonreírle antes de volverme al sentir el cálido beso de Daniel en mi mejilla.

Sin embargo, la paz cesa cuando Nicole aparece y me tira el café encima. El líquido caliente quema mi piel, y el calor en mi pecho se intensifica a medida que la vergüenza y la incomodidad se apoderan de mí. Daniel se levanta enfurecido, listo para enfrentarse a Nicole, pero logro detenerlo aunque realmente deseaba lo contrario.

-Daniel, ¿puedes traerme ropa de cambio? -pregunto dándole un beso en su mejilla para que Nicole se termine de tirar de los pelos. Este sale del café con Nicole persiguiéndolo como un perro.

Mientras, me dirigo al baño para aliviar la sensación de ardor y tratar de calmar mis emociones. Tras unos minutos bajo el chorro de agua fría decido secarme. No me duele tanto como antes, pero aún pica. Abro la puerta y veo un pequeño bote de crema en el suelo con una nota que dice: "Para tu quemadura". Ese detalle me reconforta, a pesar del caos que Nicole había causado.

Al salir del baño, encuentro a Daniel esperando afuera, todavía sin ropa de cambio. Trato de mantenerme tranquila, aunque por dentro me pregunto porque no la ha traído. Miles de pensamientos pasan por mi cabeza al recordar que Nicole se había ido detrás de él.

-Tranquila Luce. Mandé a Nicole a la mierda tras salir por esa puerta -dice notando mi preocupación.- Fui a tu casa, pero tus padres no respondian.

Eso me reconforta lo suficiente para soltar el aire que estaba acumulando en mis pulmones.

-Venga, vamos a mi casa. Te cambias y vemos una peli. Después te llevaré a casa para dormir -

Yo asiento más tranquila y le seguo.

La tarde pasa muy rápido y al caer la noche Daniel me deja en la puerta de casa, miro por la ventana y al cerciorarse que mi padre no esta, me besa en los labios. Un beso rápido, sólo un roce, pero el primero que me da en ellos. Mis mejillas empiezqn a tornarse de un color rojo, lo sé. Mi piel es lo suficiente pálida para que ese calor que me estaba entrando no dejara señal en mi rostro. Daniel sonrie y señala la ventana de mi habitación con sus ojos color ámbar. Entiendo la referencia y le devuelvo la sonrisa en respuesta.

-Te veo en un rato - dice escabulléndose por el jardín.

Entro en casa y compruebo que mis padres duermen. Entro y echo el pestillo a la puerta. Me giro al notar las manos de Daniel agarrando mi cintura. Seis años de amistad y un mes de novios. El beso en la puerta era lo más lejos que habíamos llegado, pero esa noche algo en su mirada se encendía. Me coge en brazos y me tapa la boca para evitar que suelte un chillido. Después, me deja caer en la cama y se tumba a mi lado.