Casada con un Demonio (+18) [EDITANDO]

Capitulo 29

MARC*

Seguíamos en la bañera después de veinte minutos. Mis manos y mis pies comenzaron a arrugarse por el agua.
Luce se había quedado dormida en mi hombro, la cogí en brazos y la saqué del agua. Como pude la tapé con una toalla y la tumbé en la cama.

Su cuerpo era bonito y delicado como una rosa, como una muñeca de porcelana. Tan pequeña, tan inocente...
Me quedé contemplando su cuerpo cinco minutos más. Su pelo mojado se pegaba a las sábanas y su piel comenzaba a secarse poco a poco.

Me tumbé a su lado y cogí una manta.

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LUCE*

Que sueño mas raro había tenido. Abrí los ojos confusa y miré a mi alrededor. Ya era de día y yo... ¡Yo estaba desnuda!

-¡Estás desnuda!- Repitió mi conciencia.

-Ya lo seee.- Respondí histérica.

-Cálmate.-

-Cálmate tú.- La dije.

Peleándome conmigo misma no iba a resolver nada.

Miré mi cuerpo, miré a Marc, miré la cama. Había sangre, una mancha de sangre en la cama. Mis partes bajas estaban algo doloridas y entonces asumí que no había sido un sueño.

Con cuidado me levanté y me fui a buscar algo de ropa. Estaba oscuro y no quería encender la luz para despertar a Marc. Me puse lo primero que pillé y salí de la habitación a escondidas.

-Luceeeee.- Gritó una voz femenina desde la cocina.

Me acerqué a ver quien era. La nana y una chica alta con melena rubia tomaba un café en la mesa.

Era guapa. Demasiado maquillada para mi gusto pero no le afeaba. Llevaba un vaquero negro y una blusa blanca. Unos tacos altos de aguja negros y un bolso a juego también negro.

-Hola.- Dije intentando mover mis piernas como si no fueran un robot.
Pero qué tenía este hombre ahí abajo...

-Soy Alice. Te ayudaré a planear la boda.-

Miré a nana pidiendo ayuda pero sólo bajó la mirada al suelo.

-Gracias, pero no.- Intenté decir educadamente.

-Tú madre me ha dicho que venga.-

-¿No puede venir ella?- Pregunté enfadada. No podía una madre ayudar a su hija en su boda obligada.

-Es que...- Antes de que pudiera continuar nana le dio un codazo.

-¿Qué me estáis ocultando?-
Pregunté intrigada. Me acerqué a coger una magdalena que había en un plato y comencé a comermela mientras esperaba a que me dijeran algo.

-Luce, tu padre...- Dijo la Alice mirando a nana.
Nana le confirmó con la cabeza y esta volvió a mirarme.

-Tu padre a sufrido un infarto.- Ni dos segundos pasaron tras terminar esa frase para que me atragantara con la magdalena. Nana cogió un vaso de agua y me lo dio. Una vez más tranquila y sin ahogarme me reí.

-Qué graciosa eres.- Dije.

-No es broma Luce.- Dijo Alice algo intranquila.