Capítulo 57

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MARC*

La sala de espera se había convertido en mi purgatorio y como Luce y mi bebé no saliesen de ese quirofano mi vida iba a convertirse en un infierno.

Por más que preguntaba a las enfermeras y médicos no me decían nada, Luce llevaba dentro casi una hora y no sabía nada de ella.

Como encuentre a esa mujer la voy a matar.



-Señor Donovan.- Un doctor muy serio se acercó a mi. En ese momento me acordé de todos los momentos vividos con esa niña, los buenos y los malos.
Me sacaba de quicio pero por mucho que me costará admitirlo la quería.

-Soy yo.- Por primera vez en mi vida me sudaban las manos y me temblaba el cuerpo... Tenía miedo. ¿Yo? Miedo.




-Luce está bien pero tuvimos dificultades con el bebé. Con 26 semanas son muy delicados.- Dejé de escuchar la voz del doctor en cuanto dijo que Luce estaba bien.


-Señor, ¿quiere ver a su bebé?- Acaba de decir ¿bebé?.



-¿Está vivo?-


-Está en la UCI de neonatos pero lo tenemos controlado. Su mujer se encuentra en la habitación 120.- Tras oír esas palabra salí corriendo hacia el exterior del hospital, a pesar de los gritos del doctor preguntándome donde iba.



Cogí el coche e hice varias llamadas. En menos de media hora ya tenía en mi mano un ramo de doscientas rosas, globos de felicitación y... ¡No le he preguntado si era niña o niño! ¿Rosa o azul? Ante la duda un zapato de cada color, cogí los patucos de un color cada pie y un oso gigante para la madre. Volví en menos de una hora y fui hasta el doctor que me dio la noticia a darle dos besos. Este estaba impresionado por mi reacción y me acompañó hasta la habitación.


120. Mis suegros, mis padres y hasta Daniel estaban allí. Entré con todo en las manos y vi a Luce que ya estaba despierta y sonriente.

De mis ojos salieron lágrimas, eran saladas.
A esto se le llama ¿amor?.





-Hola.- Dije como si fuera la primera vez que hablaba con una chica. Dejé los regalos en el sillón y me acerqué a la cama con Luce.




-Estoy bien.- Dijo sin que la preguntara. Tenía varias vías y botes colgando.






-Te traje esto.- Señalé los globos y el oso y le di los patucos.
De sus ojos comenzaron a salir lágrimas. La dolía algo, estaba feliz, estaba triste... No lo sabía.


Sus padres salieron de la habitación junto a los míos. Daniel no se movió. Era un tema de pareja pero me daba igual que estuviera allí.




-No seré una buena madre, no se por donde empezar.-




-De tú misma.- Había sonado muy cursi pero era la verdad. Hace un año no me veía siendo padre, prometido y tan empalagoso.




-Es una niña.- Dijo Luce mirándome.




-Mi princesa. Corrijo, mis princesas.- Besé su frente y ella cerró los ojos. Debía de estar muy cansada por todo lo ocurrido.
Daniel al contrario, miraba con los ojos como platos la escena cosa que me estaba incomodando.




-Hablemls fuera.- Dijo invitandome a salir.
Le seguí dejando que los padres entrarán y me fui detrás de Daniel a la azotea.



-Es la segunda vez que la pones en peligro.- Se quitó la chaqueta y se remangó la camisa.





-Calmate, ¿quieres? Yo no la he puesto en peligro.- Aunque siendo sinceros todo esto era culpa de mi pasado, que creía haber dejado atrás.




-No lo ves, por poco muere.
Eres peligroso, aléjate de ella y de la pequeña. No tiene culpa de tenerte como padre.-
Eso si que no, con mi hija no y mira que todavía ni la había visto.
Sin pensarlo le di un puñetazo haciéndole caer al suelo. Su nariz sangraba pero no esta rota, sabía como sonaba una nariz rota.




-Hijo de p...- El puñetazo que me llevé dolió bastante a pesar de que solo me sangró un poco la nariz.





-¿Quieres seguir? Que vea Luce lo que realmente eres, un monstruo.- Ese chico me saca de quicio pero tenía razón, debía pensar en mi hija y mi futura mujer.






Me limpie con la camisa la poca sangre que me salía y me bajé a ver a la niña. Senté a Luce en una silla de ruedas y me la llevé a la UCI para poder ver a nuestra hija.
La enfermera nos acompañó hasta una pequeña incubadora con una criatura muy pequeña dentro.



-Es nuestra hija.- Dijo Luce poniendo la mano en el cristal.



-Pronto podréis cogerla.- Dijo la enfermera que veía nuestras ganas de achuchar a la pequeña.





-¿Cómo se llamará?-



-Lo pensaremos.- Dije cogiendo la mano de Luce. Esta sacó los patucos de la bata y se los dio a la enfermera para que se los pusiera.
El bebe lucia un patuco rosa y otro azul.




-¿No sabías que era verdad?-




-Se me olvidó preguntarlo.-






-Deben ir saliendo.- La enfermera nos dio un aviso y los fuimos de vuelta a la habitación. Daniel esperaba en la puerta manchado de sangre. Luce se acercó a él y le besó la mejilla.


-Tranquilo.- Fue lo único que dijo y volvió a sentarse en la silla.

No iba a poder lidiar con ese niño mucho más pero primero me tenía que ocupar del cabronazo que me estaba jodiendo la vida a mis seres queridos y a mi.




Hice una llamadas y dejé a Luce dormida en la cama.
Cogí el coche y me fui a casa.




*LLAMANDO*


-Puta, dile a ese miedica que intenta matar a embarazadas que le queda poco.- Después de eso colgué sin dejarla decir palabra. Sabía que él estaría escuchando.





Me serví un whisky y me tiré al sofá. Iba a ser una noche muy larga.





LECTORES!!!
¿Cómo queréis que se llame la hija de Luce y Marc? Dejen su opinión en los comentarios. ❤️❤️






Casada con un Demonio (+18)  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora