Capitulo 11

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DANIEL*

Llegué a un barrio bastante alejado del de Luce y mío hace un tiempo.

El taxi se paró frente a una enorme reja.


-Ya hemos llegado, chico.- Dijo el taxista.


-¿Es aquí?-


-Si.- Contestó y me indicó que le pagara.
Le di lo que valió el trayecto y me dirigí a la enorme valla en busca de algún botón o timbre para poder entrar.
Antes de que pudiera buscar, un hombre vestido de negro se acercó a mi.

-¡Chico!- Dijo cada vez más cerca. Era alto, grande y se le veía fuerte. Vestía de negro con gafas negras también y un pinganillo en la oreja. Sería un guardaespaldas.

Pero tan importante es este tío...


-Vengo a ver al señor...-

-Véte o tendré q echarte.- Me respondió sin dejarme terminar.
Me fui a buscar un timbre y lo encontré, llame y una especie de cámara se asomó de una caja que había al lado de la puerta.
El hombre me agarró por detrás cuando la voz de un hombre sonó:

-¡Robin!- ¿Qué está pasando?-

-Nada señor.- Ya le echaba.

-Te conozco... El amigo de Luce. ¡Robin suéltale! Deja que entre.-

El tan Robin me soltó y la enorme verja se abrió dejando ver un enorme jardín y una casa como cuatro veces la mía o más contando mi jardín y todo.

-¿De dónde ha salido este tío?-

-Normal que Luce se vaya a casar con él.-

-Cállate conciencia.-

-Cállate tú.-

Cuando terminé de pelearme con mi conciencia seguí avanzando por el enorme jardín hasta llegar a la puerta.
Antes de que me diera tiempo en llamar, la puerta se abrió dejando ver a él estúpido ricachón que quería casarse con mi mejor amiga pero que no iba a dejar que lo hiciera.


-Entra.- Dijo. Se le veía descuidado, nada parecido a él del otro día en casa de Luce. Llevaba una camiseta algo sucia y unos pantalones de chándal, su cabello estaba descuidado y olía como si hiciera días que no se duchaba.


-¿Así estás con Luce?-


-Por favor, entra.- Dijo con un tono desesperado.


-¿Qué está pasando?¿Dónde está Luce?- Preguntaba mientras observaba la casa. Las cosas estaban por el suelo, parecía que habían entrado a robar o algo.


-Como la hayas...-


-Se la han llevado.-Dijo sentándose en el último peldaño de la escalera agarrándose la cabeza.


-No sé dónde puede estar. Lleva 2 días fuera.-


-¿Todavía no es tu esposa y ya la has perdido? Tú no puedes con Luce, ella es un alma libre.-


-No conozco este pueblo. Puedo encontrarla pero no quiero que se enteren sus padres ni los míos.- Dijo levantándose y dirigiéndose a la cocina.- ¿Café?-

-No, gracias.- Entonces a que esperas en encontrarla.-


-Si lo hago a mi manera... puede que la maten.- Bebió de su taza de un trago y la lanzó contra la pared.- Perdona, pero no puedo perderla.-


Casada con un Demonio (+18)  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora