MARC*
Cuando Luce llegó al altar me sudaban las manos. No pensé que estaría tan nervioso sobre el altar, pero esa niña tenía algo que me ponía tan nervioso con solo mirarla. Al levantar su velo no pude evitar sonreír. Esos labios con brillo me pedían a gritos que los besara.
- Aún no hijo.- Dijo el cura mirándome de reojo.
Yo asentí por estar en presencia de los presentes y por respeto a mis padres, pero se me estaba haciendo difícil contenerme. A pesar de ya haber probado esos labios y recorrido todo su cuerpo, esa cara de niña inocente con cuerpo de mujer ardiente me ponía enfermo.
- Marc.- Luce me dio un pequeño piñizco en la mano para que volviese en sí.
Después de decir los votos, oír el si quiero y el puedes besar a la novia, me lancé sobre ella.
-Ahora si eres solo mía.- Mi mujer, mi esposa.
La cogí en brazos y la llevé al coche esquivando a los paparazzi. Una vez dentro me puse encima de ella y noté como mi miembro se iba poniendo más duro. Luce me evitaba aunque su cuerpo o pedía a gritos. Estaba roja a pesar de llevar maquillaje y sus labios se quedaban secos de la respiración.
- Lo dejaré para la noche de bodas.- Al llegar a casa la acompañé a cambiarse de vestido. Mientras recibiría a los invitados.
Mucha gente importante había asistido. Desde políticos, famosos, empresarios, etc. Fue una tarde bastante larga e insoportable, solo quería irme con mi mujer a nuestra noche de bodas.
-¿Has visto a Luce?- Le pregunté a mi hermana que ya llevaba varias copas de más encima.
Mientras balbuceaba palabras inentendibles y se agarraba a mi brazo, señaló la habitación de matrimonio.
-Gracias April.- Dije mientras avisaba a uno de mis guardaespaldas para que cuidara de ella.
Subí las escaleras de dos en dos y abrí la puerta con todas mis ganas, pero recibí una ostia en la cara al ver a un hombre sujetar a mi pequeña mientras Luce luchaba por recuperarla.
- Tú vida por la de tu hija.- No sabía quien habría detrás de la mascara pues su voz estaba distorsionada. Sin pensarlo dos veces solté la pistola y me puse de rodillas.
-Nooo.- Grité al ver como ese hombre dejaba inconsciente a Luce al taparla la boca con un trapo. Ella cayó sobre la cama y a su lado dejó a Victoria que lloraba desconsoladamente. -Serás...- Una patada en el pecho me dejó sin aire y caí al suelo intentando recuperar el aliento. No me lo esperaba, pero me dio con ganas.
-¿Quién eres?- Dije aún recuperándome del golpe.
-¿No me recuerdas?- Se puso de pie y se quitó la máscara. No podía creer lo que veía, ese hombre era... ¿Daniel? Estaba confuso. ¿Acaso todo esto era un sueño de culpabilidad por haberlo abandonado a su suerte?
-Soy real.- Me agarró del pelo y me puso la pistola en el mentón. -Levántate si no quieres que te mate. Además, si no fuera por tu padre estarías muerto.
-¿Mi padre?- No entendía nada. ¿Cómo estaba vivo?
-¿No lo sabes? Déjame que te cuente una historia. Mientras ve pensando donde guardaste el pendrive.-
Daniel se sentó a mi lado y me ató las muñecas. Cerró la puerta y corrió las cortinas.
-Hace unos años, antes de que nacieras, tu madre y tu padre tuvieron un matrimonio arreglado. Donovan estaba obsesionado con ella, pero no era amor. Ella ya amaba a alguien, alguien a quien no podría tener, al mejor amigo de tu supuesto padre. Ellos llevaron una relación secreta y él se enteró. El señor Donovan se enfadó tanto que encerró a tu madre durante meses en casa. Después de nueve meses tu madre te dio a luz y murió meses después al estar tan débil. Donovan te hizo su heredero para evitar polémica y evitar que afectara a su nombre y negocios. Tú madrastra tuvo a tu hermanastro y hermanastra.-
-Pero... ¿mi mellizo?-
-Ah, eso. Tú eres unos meses mayor que él, pero tu supuesto padre arregló y falsificó tu partida de nacimiento. Tu verdadero padre fue amenazado y expulsado de la ciudad, buscado por todos los sicarios que Donovan contrató. Y... ¿Quién es tu verdadero padre? Padre adoptivo o como el se hace llamar. El mayor mafioso de toda esta ciudad y el hombre más temido. Ese pendrive que Donovan te hizo robar hace años eran la prueba de que tú eres su hijo. Esta lleno de datos, fotos que tu madre le enviaba en secreto a padre adoptivo de su embarazo y una prueba de paternidad que demuestra vuestra relación.-
Aún tumbado en el suelo intentaba digerir toda esa información. No podía creer lo que escuchaba, todo eso no podía ser cierto. No...
-Tranquilo, si no me crees, solo debes coger el pendrive y mirar su contenido.- Metió una tarjeta en el bolsillo de mi pantalón y después noté un golpe seco en la nuca.
********
-Mmmmm... Mi cabeza.- Abrí los ojos y me llevé la mano a la nuca, me dolía. De pronto recordé a Daniel y la historia que me había contado. Miré a mi alrededor y vi a Luce aún tumbada en la cama.
-Tranquilo, solo está dormida.- Mi padre estaba sentado en la silla de la habitación. En la mano derecha sostenía un puro y en la otra un vaso de wiski. Extendió el brazo ofreciéndome una y yo me negué. -Supongo que sabes todo.- Dijo dándole otra calada al puro.
-¿Dónde está mi hija?-
-Con la niñera. No es bueno que un bebé aspire el humo del cigarro.
-¿Quién eres realmente?- Me puse de pie algo dolorido por los golpes que Daniel me dio y me senté a su lado. Rebusqué en busca de mi pistola, pero no la encontraba.
-La tengo yo.- Dijo ofreciéndomela. -Supongo que ya te lo han contado todo así que iré al grano. Eres el heredero de los Donovan aunque seas un bastardo y así seguirá siendo. Por el bien de tu hija y tu mujer no hagas tonterías.- Sacó de su bolsillo la tarjeta que Daniel introdujo en mi pantalón y la quemó con el puro. -Ya no necesitas esto.-
-Tú...-
-Tienes dinero, prestigio, una mujer y una hija. No hagas tonterías. -Apagó el puro sobre la pistola y se acercó con paso ligero a Luce.-
-No la toques.- Dije poniéndome de pie.
-Dame el pendrive.- Dijo sentándose a su lado.
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Casada con un Demonio (+18) [EDITANDO]
RomanceEn vísperas de su mayoría de edad, una joven es forzada por su padre a casarse con un hombre rico y misterioso, apodado como "el demonio" por sus ardientes pasiones y su imponente reputación. Atrapada en un torbellino de deseo y traición, se ve arra...