Capítulo 52

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Luce*

-Dame el chocolate.- Dije sin importarme los besos que Marc me daba por el cuello.


-Calla.- Dijo entre besos.


Ahí estábamos, Marc comiéndome a besos y yo queriendo comerme el chocolate.



-Espera.- Dijo levantándose. Cogió lo que sobró de la tableta y se lo metió en los pantalones. -Toma tu chocolate.- Dijo señalando a su amigo. Amigo que estaría manchado de chocolate.



-Ya si quieres metela en el bote de Nutella.- Dije entre risas.
Marc se bajó los pantalones y dejó ver su pene cubierto de chocolate.




-¿No querías chocolate?- Dijo guiñandome un ojo. Sinceramente nunca había hecho eso y no sabía como funcionaba. ¿Y si le muerdo?

Creo que el se percató de mi duda por la cara que puso.




-¿Tampoco...?-



-Callate.- Dije tapandome mi cara.



-Una novata en toda regla.- Dijo apartando mis manos de la cara para luego besar mis labios.



-Idiota.- Como siga así le morderé.



-No te enfades boba. Yo te enseño.- Se tumbó en la cama y me colocó sobre él, sujetó mi cabeza con una mano y la otra la agarró a su pene.
De los nervios la boca me temblaba.


-No muerdas que te veo.-
Dijo sin dejar de sujetar mi cabeza.
Abrí la boca como había visto hacer en videos porno. Vistos a la fuerza por amigas con una gran intriga (yo también, lo admito).

La sensación fue algo rara. Era como comerse un polo caliente, sabía a Nutella y más Nutella.
Deslizaba mi boca por su miembro limpiando el chocolate derretido mientras él seguía el ritmo con la mano en mi cabeza.


Oía como gemia ocultando sus gritos con la almohada.
Después de dejarla limpia me quito la mano de la cabeza y acaricio mi mejilla. Me levanté a besar sus labios después de morderle el lóbulo de la oreja.



-¿Seguro que eras novata?-
Preguntó desvistiendome.



-Jajajaa. Seguro.- Dije dejándome quitar la ropa por él. Lo hacía de manera delicada como si tuviese miedo a romperme.
No follamos, hicimos el amor.

Estaba tan lindo dormido. Sus mofletes sobre la almohada le hacían más cacheton de lo que era, sólo le faltaba que se le cayera la baba.


-Espero que salgas como él.- Acaricie mi tripa imaginando la redonda y a punto de parir.

Marc sonreía con los ojos abiertos.
Me había oído...



-Estás despierto.- Dije quitando las manos de la tripa. Marc puso las suyas y se acercó hasta tener su oreja pegada.




-Te quiero.- Dijo susurrando.
Me entraron escalofríos solo de oírlo. Era todo tan bonito.



-¿Otro?- Marc subió por mi pecho hasta llegar de nuevo a mi boca.
No dije nada, mi mirada hablo por si sola.
Bajó por el cuello sin pedírselo y se metió uno de mis pezones en su boca mientras con su lengua lo acariciaba.

¡Y mis bragas hicieron fiuuuu!


-¡Baja!- Se me escapó...
Marc bajó con besos hasta mis piernas y las abrió haciendo 180°.
Lo que vino a continuación me dejó peor que una semana de sentadillas.

¿Todo eso podía hacer una lengua? Me he perdido muchas cosas...



Miré la sabana empapada y pensé que sería el sudor del esfuerzo. Pero no olía a sudor y era pegajoso.



-Emmmm, me he meado.- Miraba la mancha con asco y vergüenza.




-Te has corrido.- Marc me miraba tranquilo mientras acariciaba mi espalda.



-¡Que me he meado!- Como iba a ser eso corrido, media cama... Que no, que no.




-Pocas chicas pueden, pero tu parece que estas entre ellas.-




Pues que divertido. ¡Moja camas!



-Se lavan, no te preocupes.-
Se le veía tan acostumbrado a esas cosas que no me gustaba.




-Ya veo tu experiencia.- Me levanté de esa cosa y me fui a dar una ducha. El agua fría en ese momento me venía de perlas.




-Lo que haya hecho antes no debe importarte ahora.- Como de costumbre se metió en mi relajante y tranquilo baño de agua fría. Me enjabonaba la espalda sin pedírselo a la vez que recorría mi cuello con besos.
Eran suaves hasta que sentí un pinchazo.



-Ahhh- A pesar del grito Marc no paraba. No era dolor, pero sentía como si algo me exprimiera el cuello.



-Ya está.- Dijo saliendo de la ducha para secarse con la toalla.




-¿Qué me has hecho?- Pregunté tocando la zona resentida. Salí de la ducha y me miré al espejo.



-Es un chupeton.- Dijo acercándose a mi. - ¿Te hago otro?-




-Muy gracioso, ahora soy una vaca marcada o que.-
Él se reía y cuando estaba distraído me lancé a su cuello como una sanguijuela.
Al retirar mi boca de él empezó a formarse una mancha morada.



-Alaa. Te has pasado.- Dijo mirando su nueva marca.



-Vaca.- Dije y salí del baño ya seca en busca de ropa limpia.
























Casada con un Demonio (+18)  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora