Capítulo 74

4.1K 174 32
                                    

LUCE*

Mmmmm... Me dolía la cabeza como si de una resaca se tratara.
No me apetecía abrir los ojos y ver que ya era de día, y encima tener que levantarme para ir a clase.

-Mamá, no me quiero levantar.- Dije entre murmullos.

Me hice un ovillo con las sábanas y busqué el calor entre ellas. Estaban más fresquitas de lo normal y yo... ¿No llevaba ropa?
Abrí los ojos acostumbrándome a la luz que entraba por la ventana y me acomodé en la cama.

-No me acordaba que estaba casada a la fuerza con un demonio.- Dije entre pucheros.

Miré debajo de las sábanas y no llevaba nada, ni las bragas. ¿Tan cansada estaba ayer que ni el pijama me puse?

Sin darle importancia me levanté de la cama y me dirigí al baño a darme una ducha. Me hice un moño con el coletero que había encima del lavabo y dejé correr el agua de la bañera para que se llenara. Mientras miraba el agua del grifo caer, pasaba mi mano de un lado para otro chapoteando los dedos en ella.

La ventana, a pesar de estar tapada por la cortina, dejaba pasar una gran claridad que me hacía pensar que ya pronto sería la hora de comer.
Nana aún seguía en casa de los padres de Marc cuidando de Victoria y Marc estaría en la empresa.

Ya pensaría en algo para comer después del baño...

-¿No te vas a meter?- Dijo una voz detrás mía. Me giré aún de rodillas en el suelo y saqué la mano del agua para taparme. Marc estaba de pie con los boxers puestos y nada más. ¡Si! Este hombre vivía en boxers.

-Me quiero bañar tranquila. Gracias.- Cogí el gel, que estaba al lado y lo eché en el agua para crear espuma. El jabón estaba haciendo su efecto, en apenas unos segundos la superficie de agua era espumosa y blanca. Cuando vi que iba a rebosar, apagué el grifo y me metí dejando soltar un pequeño gemido de placer.

Mantuve los ojos cerrados ignorando si Marc seguía o no en la puerta. Me acomodé en esa enorme cama de agua y espuma y dejé que mi cuerpo se relajara.

Quince segundos, quince segundos de maravillosa paz y tranquilidad. Es lo que duró mi paz interior pues luego Marc se metió en el agua y se acurrucó a mi lado.

-Te ves hermosa por la mañana.- Dijo colocando uno de mis mechones detrás de la oreja.

-¿Qué quieres?- Pregunté cortante. Mi mente solo quería algo de paz para poder pensar porque tenía borrosos los recuerdos de anoche. Además, para haberle dado laxantes como para cinco elefantes este hombre estaba demasiado bien.

-¿Te encuentras bien?- Pregunté colocandome enfrente de él. La espuma cubría todo menos su cabeza y menos mal... Verle me ponía enferma.

-Mejor que nunca.- Dijo sonriendo. Por debajo del agua note como una mano rozaba mi muslo.

-No quiero.- Dije apartandole la mano.

-Anoche no decías lo mismo. Tú misma me lo hiciste sin pedírtelo.- Marc se sentó al otro lado de la bañera y se quedó mirándome. Su cara llena de diversión por ver que iba a contestar me estaba irritado, pero no sabía que contestar. ¡No me acordaba de nada!

¿Qué hiciste Luce? Recuerda...

*flashback*

La noche iba como yo quería, la cena estuvo muy rica y el vino debería de hacerle efecto en un rato. Aunque estábamos en el jardín y corría aire, tenía mucha calor. Me bebí el vino que me quedaba y le pedí a Marc si podía ir a por agua. Mi boca estaba seca a pesar de haber bebido bastante y me costaba tragar. Tenía tanta calor que empecé a marearme un poco.

Casada con un Demonio (+18)  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora