Capítulo 55

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LUCE*

-Bienvenida a mi casa.-
Dijo Caty dándole su mochila al chófer.
Este me ofrecido llevarme la mochila pero me negué.
No porque no confiará en él pero no me costaba nada llevarla.

-Es muy bonita.- Dije sin mucho asombro después de vivir en la del Marc.

-Vayamos dentro. Mi madre está en yoga y mi padre no nos molestará. Me llevo dentro y me indicó que subiera las escaleras hasta llegar a una puerta con su nombre.

-Caty.- Decía la puerta en letras blancas.

-Entra.- Caty estaba detrás de mi descalza.
Abrí la puerta y lo que vi fue la habitación de mis sueños.

Era una habitación muy elegante pero perfecta para nuestra edad.
Entré y me senté en la cama.
Caty se tiró a mi lado y me indicó que hiciera lo mismo. Una vez tumbadas en la cama me metió un codazo en las costillas.

-Ahh.- Era más un grito por el golpe inesperado que por dolor.

-¿Que hacía Marc Donovan en la universidad contigo? Vamos cuenta, ¡yaaaa!-
Esto más que una tarde de prácticas sería una de cotilleo.

-Emmm... Mi padre me dió algo que se le olvidó.- Fue lo primero que me vino a la cabeza. Para una amiga que había hecho no iba a decirla que era su prometida y futura madre de su hijo. No, no, no.

-Negocios.- Dijo levantándose de la cama. Abrió su enorme vestidor y sacó dos vikinis. -Probatelo, me los compré ayer.- Me lanzó uno de los dos y comenzó a probarse el suyo.

Ella se probó un bikini verde estilo tanga mientras yo me puse un blanco que sinceramente me enamoró

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Ella se probó un bikini verde estilo tanga mientras yo me puse un blanco que sinceramente me enamoró.

-Te queda muy bien

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-Te queda muy bien.- Dijo Caty volviéndome a lanzar una toalla. -Vamos a la piscina.- Me cogió del brazo y me llevo a una gran piscina cubierta. -En verano el techo es plegable.- Señaló el enorme techo de cristal y se tumbó en una de las miles de tumbonas que había..

¿Para qué querrían tantas?

Caty se lanzó al agua y una vez sacó la cabeza del agua dejó ver su bikini colgar de la mano.

-¿Te lo has quitado?-

-No hay nadie.- Dijo lanzandomelo. El bikini mojado cayó en mis piernas y con dos dedos lo lancé lejos.


-Tiaa.-

-No seas aburrida.- Dijo chapoteando. -Tengo hambre, vamos a la cocina.- Salió del agua desnuda y se colocó la toalla.



Una vez en la cocina comenzó a rebuscar en los armarios.



-¡Caty! Te he dicho miles de veces que cuando tengo reuniones no te pasees en toalla.- El padre de Caty estaba frente a ella con los brazos cruzados. Su ceño dejaba ver que estaba enfadado. Se me veía un hombre serio y centrado en sus negocios
Detrás de él un joven con traje nos daba la espalda.



-¿Quien es tu amiga?- Preguntó es tendiendo su mano. Yo aún estaba en bikini y me puse roja cuando se dirigió a mi.



-Se llama Luce. Es nueva en la universidad.-


-Carlos Mattow.- Dijo este siendo su mano.



El chico de traje se giró y se acercó.



-¿Marc?-



-¿Luce?-



-¿Se conocen?- Preguntó Carlos.




-Se puede decir que si...- No iba a decirle la relación que nos unía delante de su hija.
Quería hacer amigos.




-Bueno, vayamos a mi despacho.- Dijo dirigiendose a Marc. -Pero antes quiero hablar contigo señorita.- Señaló a Caty y se la llevó de allí. Ella me miraba con pucheros en busca de ayuda pero yo también tenía a un perro guardián a mi lado.



Marc se quitó la chaqueta y me la puso encima.




-No hacía falta...-



-Callate.-




-Callate tú...- Sus labios rozaron los míos antes de que pudiera quejarme.
Para ser sinceros, echaba de menos uno de sus besos.




Marc se separó de mi y al segundo el señor Mattow vino con su hija detrás.




-Pasarlo bien.- Dijo retirándose con Marc detrás sin dejar de mirarme.





-Me ha quitado la paga de esta semana...-




-Lo siento Caty.-




-No importa. ¡Marc Donovan está en mi casa! Espero que mi papi tenga su teléfono.!





-Wwww.-




-¿Estás bien?- Caty agarraba mi melena mientras yo miraba el charco de vómito que acababa de echar en su cocina.



-Lo siento por segunda vez.- Empezaba bien si quería que fuese mi amiga.




-¿Quieres ir al médico?- Caty estaba asustada y parecía interesada porque estuviese bien pero yo ya sabía lo que me pasaba.
Un mini diablo estaba creciendo dentro de mi.





Una chica vestida de negro y blanco vino al minuto y se puso a limpiar el suelo. Caty me ayudó a levantarme y me llevó a su habitación a ponerme de nuevo la ropa.




-Estas preñada.- Aún no había acabado de vestirme. Mi tripa no me acusaba de nada pues seguía igual de plana que siempre. -Una amiga lo estuvo y le pasaba lo mismo.-



Aunque no nos conociéramos de nada sentía la necesidad de contarla todo como si de mi mejor amiga se tratara.

Respiré hondo, terminé de colocarme la ropa y me senté en la cama. La conversación duró una hora y media. Caty me miraba con la boca abierta y solo la cerraba para tragar saliva.




-Ahora mismo eres la chica más odiada de esta ciudad y de esta casa.- Fue lo único que dijo una vez terminé de contarle todo.




-¿Y como la tiene? Dicen que es superdotado. ¿Te hizo daño? ¿Es tan bueno como dicen?-



Yo estaba roja como un tomate con todas esas preguntas. Lo hacía de maravilla y si que era superdotado pero no iba a decirle todo eso a una animadora cuenta chismes.




-Guárdame este secreto.- Se lo pedí tan desesperada que me puso cara de pena.





-No se lo diré a nadie.- Levantó su mano y me mostró su meñique, enganché el mío con el suyo y nos echamos a reír.

Casada con un Demonio (+18)  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora