Capitulo 7

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Tras estar todo el camino callada por su intimidante pero sensual voz, me quedé dormida. Al llegar, Marc me despertó con unas palmaditas en la cara (en verdad este chico es insufrible).

"Plof, plof"

-No me des...- Respondí con el ceño fruncido pero aún sin abrir los ojos.

-Hemos llegado. No te cansas de dormir, te vas a volver más fea así.

-¿Qué?- Dije dejando el sueño de lado. -No tiene sentido lo que dices.-

-Si duermes mucho te pondrás fea. Más de lo que eres.- Me dijo con una sonrisa pícara.

-Pues te quieres casar con esta fea.-Le respondí con una sonrisa de haber ganado.

-¿Querer? Eso crees tú. Lo hago por mi padre.

-¿Te crees que yo quiero casarme con un arrogante como tú?-
Me miró desafiante y cambiando de tema dijo:

-Ya hemos llegado.

Cuando miré hacia delante, estábamos frente a una gran verja. Esta se abrió cuando Marc se asomó a una especie de caja que había al lado.
La puerta se abrió y lo que dejó ver me hizo quedarme sin palabras.

-Marc, ¿dónde estamos?-

-En mi casa.-

No, no puede ser. Con quien me querían casar mis padres.
¿Quién es Marc? Mucho mejor, ¿qué es Marc?

Tras la puerta un hermoso jardín más grande que mi casa y patio entero rodeaba la enorme mansión blanca que había allí plantada. El jardín tenía rosas blancas por todos lados , y una fuente en el medio de un ángel esculpido a piedra dejaba caer un hilo de agua. Era precioso.

Marc aparcó enfrente de la puerta de esa enorme mansión, y un hombre vestido de negro vino a abrirnos la puerta.

-Buenos días señorito Marc.- Dijo el hombre algo mayor ya.

-Buenos días Alfred. Esta es Luce, mi prometida. Trátela como a mí. (Aún no me acostumbraba a ese nombre).

-Claro señorito Marc.

¿Siempre le dice señorito? No pude contener la risa y empecer a reírme como yo sé. Marc y Alfred me miraron sin saber que me pasaba.
Alfred cogió el coche y se lo llevó. Seguramente iba a guardarlo y Marc me jaló del brazo y me llevó adentro.

La entrada era espaciosa y se veía a lo lejos el salón y la cocina, enorme como todo allí.

-No me puedo creer que esto sea tuyo.

-Pues lo es acostúmbrate.- Me dijo dirigiéndose a la cocina.- Ya he enviado a alguien a por tu ropa.-


-No voy a vivir aquí.- Le dije desafiante.


-Ya lo hemos hablado Luce, no seas niña.-


-Es que soy una niña.- Dije con lágrimas en los ojos por la rabia que tenía de tener que casarme con un desconocido. Me fui escaleras arriba buscando una habitación o baño donde encerrarme.

Se oía a Marc gritar desde abajo mi nombre para que bajara, pero no iba a hacerlo. Estaba cabreada por tener que casarme con alguien tan desagradable y egoísta.

Arriba todo era enorme, todo es enorme, no hay nada normal aquí. Había muchas habitaciones, no se para que querrá tantas este chico si está solo.

Me fui a la ultima puerta del pasillo. Por suerte estaba abierta, me tiré en la cama (enorme) como todo y me quedé dormida.


Me desperté, estaba oscuro. Ya era de noche y alguien me agarraba la cintura. Estaba lloviendo y no podía ver a quien tenía detrás de mi. Al intentar girarme los brazos que me rodeaban apretaron con fuerza impidiendo soltarme de ellos, estaba tan cansada que dejé llevarme y volver a dormir.

¡Bum!

Un ruido muy fuerte me despertó, me incorporé y se encendió la luz. Marc se encontraba al lado de la puerta en calzoncillos. ¿Qué hacía en calzoncillos? Me miré y estaba dentro de la cama en camisón.

-Pero que coño...

-¡Cállate!- Dijo en bajito, señalándome que no hablará.

-¿Qué hago en camisón en la misma cama que tú?- Le pregunté gritando de lo furiosa y confusa que estaba. No recordaba cambiarme de ropa y mucho menos meterme en la cama con él.

Marc se acercó corriendo y se tiró encima de mí tapándome la boca. Estaba muy cerca de mí y el camisón se había subido al ponerse encima mía dejando ver el tanga que llevaba.
Se acercó a mi aún con su mano en mi boca y me susurró:

-No te muevas.

Se levantó y salió de la habitación sin hacer ruido. Antes de cerrar la puerta cogió algo del cajón de su mesita que no llegué a ver y me dijo que me encerrara en el baño y no saliese oyese lo que fuera.

Pero, ¿qué estaba pasando?, ¿porque estaba medio desnuda en la cama de este hombre?, ¿qué habían sido esos ruidos? Y, ¿por qué tenía que encerrarme en el baño?

Mi naturaleza no me permitía quedarme allí quieta sin hacer nada, abrí la puerta y bajé las escaleras. Todo estaba en silencio, los muebles del salón estaban destrozados, en la cocina parecía que había entrado un animal salvaje y había sangre por el suelo y las paredes. ¿Sangre? Me quedé paralizada no podía moverme, no sabía que estaba pasando y era demasiado para mi.

Algo me golpeó la cabeza y todo empezó a nublarse, lo último que recuerdo fue a Marc correr hacia mi.

Casada con un Demonio (+18)  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora