Dualidad

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Valentina y Juliana acordaron seguir como siempre, pero sencillamente no serían tan tímidas la una con la otra, sólo para ver cómo evolucionaban juntas. Valentina aún estaba hecho un lío, especialmente porque le gustaba demasiado estar con Juliana.

Luis vino a verle entrenar ese día. Juliana lo supo enseguida y se apartó, por supuesto. Eso a Valentina le hizo sentir mal por ambas partes. Sentía que estaba jugando con los dos.

Cuando vio a Luis con esa bonita camisa y con esa sonrisa tan agradable, no pudo evitarlo y le dio un beso en mitad del muelle. Cómo lo sospechaba, todo seguía aún ahí.

Juliana no estaba en el muelle para presenciarlo, por supuesto. Había decidido quedar con Eva en el restaurante y se había entretenido hablando con ella logrando desconectarse y evitar por completo aquella situación.

- ¿Y bien? ¿Cómo vas con Valentina?

-Eva, por favor -Juliana gimió, sonrojándose.

- ¿Qué? - Eva sonrió y miró para todos lados - Ah ok ya entiendo. ¿Han hablado? -Dijo susurrando- Cosa que hizo soltar a Juliana una carcajada, para enseguida suspirar y mirar su bebida, justo después enfrentó la mirada verde de Eva y esbozó de nuevo una pequeña sonrisa.

-Eres tan tonta, pero tenías razón.

-Te lo dije -Eva le apuntó con el tenedor y se metió un trozo de su comida dentro de la boca. Justo después le puso más salsa y sonrió-. Esto está buenísimo.

-Lo sé, lo desayuno casi todas las mañanas.

- ¿Vienes aquí a desayunar?

Juliana rio y negó la cabeza.

-Mi madre es la cocinera. Así que eso lo como desde que me acuerdo.

- Pues que suertuda eres.

//

-Te he extrañado mucho-murmuró Luis mientras sostenía a Valentina en sus brazos-. ¿Cómo estás? ¿Has salido mucho con Juliana?

-Yo también te he echado de menos -besó la sien de su chico y asintió-. Sí, Juliana y yo somos mejores amigas, se podría decir.

«¿Mejores amigas? Tonterías. Los mejores amigas no hacen todo lo que hacemos nosotras, eso desde luego».

-Se nota -Luis se alejó de ella-. ¿Y a Vera? ¿Le has visto? ¿Han quedado las tres juntas?

Valentina parpadeó. Era cierto. Ni siquiera había visto a Vera estos últimos días, al menos no en el contexto de salir con ella. Solo durante los entrenamientos. Pensó que sería buena idea invitar a Juliana y a Vera a cenar, algo así como una noche de chicas, pero incluso dentro de ella se sentía incómoda al pensar en eso. ¿Y si Vera se daba cuenta de que no podía quitarle los ojos de encima a Juliana? ¿Qué iba a pensar?

-En realidad no. Juliana no ha estado muy bien estos días así que he estado cuidando un poco de ella -dijo, sin querer entrar en detalles-. Problemas familiares.

Mentiras y más mentiras.

Luis asintió y acarició su mejilla.

-Eres tan buena, Val. Muchas veces creo que no te merezco.

//

Juliana veía de reojo a Valentina y a Luis y dentro de ella se moría de los celos. No lo podía aguantar, ni siquiera ocultarlo. Sentía que la sangre le hervía y que el corazón se le hacía pedacitos. Eva se dio cuenta de eso y volvió a admirar su perspicacia. Eso le hizo pensar a Juliana que debía reprimir un poco sus sentimientos hacia Valentina de cara al público para no provocar nuevos chismes entre la gente del puerto.

Hermosa ave de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora