Hermosa ave de verano

Super heroína

Juliana estaba sentada en un banco con la cara pálida y los ojos abiertos como platos. Se llevó la mano a la boca mientras estaba aguantándose las lágrimas.

Y tan sólo era una de las primeras grabaciones que tenía dentro de su teléfono.

Eva acarició su espalda, reconfortándole, mientras Juliana escuchaba incrédula.

—Estaban planeándolo desde el principio... —Juliana se giró hacia Eva con la mirada llena de miedo y confusión, sin poder dar crédito de lo que estaba escuchando—. Tanto Vera... como... como Luis...

Lucía miró a Eva por encima de Juliana, Lucía se limitó a fruncir el ceño mientras Eva la abrazaba por la cintura.

— ¿Quieres seguir escuchando?

"¿Sabes, Eva? No sé qué haces siendo amiga de Juliana ¿No te parece un poco rarita?  Tiene pinta de ser un poco... cómo decirlo sin ofender... ¿Homosexual?"

"Mira Vera, creo que usar ese término con ese tono es ofensivo. Y, la verdad es que me da igual si le gustan las chicas, como si no, creo que es muy buena persona. Me cae bien. Es divertida y me la paso muy bien con ella."

Juliana sonrió ligeramente al escuchar las palabras de Eva, palabras que realmente le subieron el ánimo.  .

Escuchó la risa de Vera, después de las palabras de Eva.

“"Juliana divertida? En fin. Será mejor que me vaya."

Se escuchó como Vera cerraba la puerta de su taquilla y salía de ahí. Justo después, la grabación paró.

—Eva... me gustaría escuchar esto a solas. ¿Te importaría enviarme esto a mi correo? Quiero escucharlo detenidamente y guardarlo. Por favor.

Eva asintió con la cabeza repetidas veces.

— Juliana, perdóname por no decírtelo antes, pero...

—Eva no tengo que perdonarte nada. Gracias por todo. No sé cómo agradecértelo. Y... gracias por no decir nada a nadie de lo que sabes sobre Valentina y sobre mí —exhaló un suspiro, relajando sus hombros y quitándose los auriculares—. Eres una gran amiga, Eva. No me equivoqué en confiar en ti.

—Tengo grabado el momento en el que Vera le dice a Luis lo que pretende hacer contigo. Imagino que lo hizo, por desgracia. Por eso no estabas hoy en el muelle, ¿verdad?

—Tuve que decirle que no la quería, Eva. Se lo dije. La hice sentir una mierda, lo sé. —murmuró—. Y me dijo que era una cobarde, y, si te soy sincera, sé que lo soy.

— No lo eres Juliana. No digas esas cosas de ti. Yo creo que Valentina ni siquiera piensa eso.

— Sí, lo soy Eva, porque podría haberme levantado y podría haberle dicho a Vera que iba a estar con Valentina, pude haber defendido lo que teníamos, pude haberle puesto un alto a Vera... pero mírame, tuve que esperar a que llegarás tú, si no fuera por ti.

— Juli no digas esas cosas. No seas tan dura contigo.

— Aunque ¿sabes lo complicado que habría sido todo eso? Valentina aún tiene a su novio y...

—Yo creo que ya no lo tiene —Lucía por fin habló, haciendo que las dos chicas se girasen—. Vera me acaba de enviar un mensaje. Luis le acaba de decir que Valentina ha cortado con él.

Hubo una exclamación general. Juliana miró a Lucía confusa y tomó su teléfono para mirar el mensaje.

«No creo que podamos vernos esta noche para ir al bar. Valentina acaba de cortar con Luis, según me ha dicho. Hablamos luego».