Le creo

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«Vera está buscándome. Siento no estar ahí. Estoy en mi casa, sabes dónde encontrarme. Espero que hayas tenido un buen día, campeona».

Valentina miró a su alrededor. Se pasó las manos por su cabello y se adentró en el restaurante en busca de algo fresco para beber.

Lupe salió de la cocina al ver a Valentina y ambas se saludaron.

- ¿Cómo estás? ¿Se lo pasaron bien?

Lupe observó cómo Valentina le miraba del mismo modo que Juliana había hecho antes. Tenía la mirada iluminada y una sonrisa tímida dibujada en sus labios.

-Muy bien. Este, ¿has visto a Juliana?

La edad y experiencias de Lupe le decían que ese modo nervioso en su hija y Valentina no era coincidencia, pero no quería pensar de más.

-Sí, me ha dicho que Vera le estaba buscando y está en casa. ¿No te ha enviado un mensaje?

-Sí, sí, pero quería preguntártelo. ¿Estaba bien?

-Sí -asintió con la cabeza-. No tienes que preocuparte. Le he visto bien y muy contenta. Se sintió mal por no haberse quedado, pero...

-Lo entiendo perfectamente. ¿Te importaría ponerme una coca cola? Voy a ver a Juliana ahora mismo.

-Por supuesto.

//

- ¡Valentina!

Valentina tenía en la mano su botella de coca cola y salía del restaurante en dirección a la casa de Juliana. La voz de Luis le hizo dar media vuelta.

- ¿Lucho? ¿Qué haces aquí?

- ¿Qué hago aquí? Fácil, Valentina. Venir a verte. Soy tu novio, ¿recuerdas? Me importas -él exhaló un suspiro-. Te extraño... -le miró y acarició su cintura. Valentina sabía a qué se refería y se alejó de él, dando un paso hacia atrás-. Desde que Juliana está aquí, no hemos estado juntos más que unas cuantas veces contadas. ¿Por qué me ignoras?

-No te ignoro, Luis. Solo no tengo tiempo ahora mismo. Tengo que ir a ver a mis hermanos, que están solos en casa.

Era una mentira como una catedral. Luis lo sabía, por supuesto, porque sabía que la madre de Valentina estaba en casa con ellos.

Se alejó de él rápidamente, cruzando el muelle. Estaba huyendo. Sabía que debía hablar con él, que tenían que mantener una conversación al respecto, pero ahora quería ir a ver a Juliana.

Se situó justo delante de la puerta y, antes de que pudiera llamar al timbre, Juliana la abrió y saltó a los brazos de Valentina en un efusivo abrazo.

-Ya está, ya estoy aquí -susurró Valentina contra sus cabellos.

//

-Ey, Eva

La chica de cabello azabache dio media vuelta para encontrarse con Vera, quien le sonreía mientras se encaminaba a ella. Detrás de Vera estaba Lucía y Eva le le reconoció enseguida. ¿Cómo no iba a acordarse de ese cabello dorado y esos ojos de color azules?

-Hey -frunció el ceño, extrañada de que aquella muchacha le estuviera hablando-. ¿En qué puedo ayudarte?

- ¿Has visto a Juliana? Sé que se ven mucho, son amigas, ¿no?

-Algo así. Bueno, he estado con ella esta mañana, pero me ha dicho que tenía unas cuantas cosas que hacer y se fue.

- Ah ya, entiendo.

- ¿Es muy importante?

-Sólo quería hablar con ella de unas cosas. Ya sabes, lo que pasó en el bar y eso.

Hermosa ave de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora