—Katniss, ¿qué ha pasado? ¿qué haces aquí? —me preguntó Autumn cuando me presenté en la puerta de su casa con la maleta. Es una suerte que existan las mejores amigas para cuando nuestra vida se hacia añicos.
—Perdona que haya venido sin avisar, pero no tengo batería en el móvil,se me ha muerto el coche... —Hice una pausa cuando los ojos se me llenaron de lágrimas—. ¡Y creo que mi matrimonio también!Sollocé, me cubrí la cara con las manos y sacudí la cabeza. Respire hondo para intentar recomponerme un poco y los ojos de Autumn también se llenaron de lágrimas. Éramos de ese tipo de amigas que cuando una lloraba,la otra no tardaba en acompañarla.
—Dios mío, Katniss —susurró y se le quebró la voz. —¿Puedo quedarme unos días? —le pregunté y entré en su casa con la maleta—. Te habría llamado antes, pero soy una idiota y hasta el ultimo momento he tenido la esperanza de que Gale cambiase de opinión y volviese. Me senté en el sofá y respiré hondo con la cabeza gacha. Estaba agotada, física y mentalmente. Había sido un día largo.
—Ojalá hubieras llamado —dijo Autumn.—Lo sé, pero sabía que estabas ocupada —le expliqué y la miré. Sus ojos seguían anegados de lágrimas y el pesar que se reflejaba en sumirada parecía tan profundo como el mío.
—No pasa nada, Autumn. Sé que estoy hecha un desastre, pero ya estoy mejor. —Miré la mesa, donde había un vaso de agua y una lata de cerveza abierta. Autumn no bebía cerveza, siempre le había parecido asquerosa—.
Lo siento, ¿tienes compañía? —Entonces, un diminuto tanga rojo llamó mi atención desde debajo del sillón—. Dios, ¿tienes una cita? ¡Lo siento muchísimo! Debería haber llamado.—Katniss —susurró. Trató de hablar, pero no dijo nada. Temblaba y no le salían las palabras. Miré alrededor y vi unos zapatos que me resultaban familiares. También había una camisa en la silla. Me fijé en el jersey amarillo. Me levanté despacio y me acerqué a él.
—Katniss —gimió Autumn, aunque ahora sabía que no lloraba por mí, sino por ella misma. Levanté el jersey y lo estudié. Estaba rasgado debajo del brazo y tenia una mancha asquerosa a la altura de la muñeca que, por más que frotase, me había sido imposible limpiar.
Miré a mi amiga. Mi mejor amiga. Mi persona. Mi vida. Sentí que me ardía el estómago y se le llenaron los ojos de lágrimas. La gravedad de la situación fue más fuerte que ella y sollozó sin control.—¿Eras tú? —susurré.
—¡Dios, Katt! —gritó. Se llevó la mano a la boca para controlar el llanto, pero aun así se desmoronó delante de mí. Era ella. No una desconocida, sino ella. Autumn. La mujer que siempre me había acompañado. Hacía tiempo que me costaba contactar con ella y, cuando lo hacía, se apresuraba a colgar y me decía que volvería a llamarme, aunque nunca lo hacía. Ahora lo entendía. Lo que no comprendía era que me hubiera hecho algo así. Había estado en mi casa, habíamos reído juntas, me había dicho que Gale y yo formábamos una pareja extraordinaria y que nos tenía envidia. Había preparado la cena para ella y su ex, Erik. Cuando Erik la engañó, la consolé y le dije que estaba mejor sin él, que ya encontraría a alguien que fuera dignode ella. Pero, por supuesto, no me refería a mi marido.
—Dios mío —sollozó. Sentí sus lágrimas en las mejillas.
«No, un momento». Eran mis lágrimas. La incredulidad me paralizó. ¿Cómo podía estar pasando? No era posible. Era una pesadilla de la que no podía despertar asalvo en la cama. ¿Era un espejismo? Autumn jamás me haría algo así. Gale nunca me haría tanto daño, al menos eso creía. Al parecer, me equivocaba y no tenían ni una pizca de compasión. Parpadeé, pero aún la veía. La miré de arriba abajo y analicé cada centímetro. Estudié sus curvas y sus lágrimas. Estaba guapa cuando lloraba. Odiaba que pareciera una diosa incluso en un momento así. Era todo lo que hacía tiempo que yo no era.

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Para siempre (Everlark)
RomanceKatniss se siente perdida después de que su marido la haya abandonado. Entonces, regresa a su pueblo natal y allí conoce a Peeta, la oveja negra. Entre ellos surge la conexión más poderosa que han sentido hasta ahora. Son corazones heridos que inten...