—¿De verdad? —Se me iluminó el rostro al mirar a mis padres—. ¿Deverdad puedo tener uno? Me dolía la cara de tanto sonreír. Estábamos en la tienda de mascotas mirando las jaulas de los cachorros.
—Sí. Has sacado muy buenas notas y creemos que ya eres lo bastante mayor para asumir algo de responsabilidad. Así que, adelante. —Papá señaló los perritos—. Vamos a buscarte un nuevo amigo.
Tenía ganas de llorar porque era lo que más deseaba. Siempre había querido un amigo y ahora tendría uno. Mis padres recorrieron la tienda conmigo y señalaron todos los perros que les gustaban. No se ponían de acuerdo en nada y de vez en cuando se hacían comentarios mezquinos. Por mucho que se esforzasen por esconderlo, era evidente que peleaban. No entendía por qué últimamente siempre se enfadaban el uno con el otro. Lo único que tenían que hacer era decirse que se querían para arreglar las cosas.
Pero aquella tarde no dejé que su discusión me afectase.Tenía la misión de encontrar al perro perfecto que se convertiría en mi nuevo compañero. Así, cuando mis padres se peleasen, tendría a alguien que me hiciera compañía.
—¿Qué tal este? —pregunté y señalé un cachorrito negro que movía el rabo como una hélice y me miraba. Parecía tan emocionado como yo por tener un nuevo amigo. El dependiente sacó al perro para nosotros. Luego, nos llevó a una sala en la que interactuar con él para ver si nos llevábamos bien. En cuanto lo dejo en el suelo, corrió hacia mí y saltó a mi regazo. Me lamió la cara y se restregó hasta que lo abracé. Mamá sonrió.
—Creo que sois perfectos el uno para el otro. Me reí mientras me llenaba la cara de lametazos.
—Ahora solo falta ponerle nombre —comentó papá. Cada vez que lo apartaba un poco, se volvía a acurrucar en mi regazo con ímpetu. —¿Qué tal Tucker? —Me reí—. Porque se me mete por todas partes.
—Tucker. —Asintió mamá con una sonrisa—. Me encanta.
—A mí también —dijo papá. Estaban de acuerdo. Era una buena señal.
—Hola, Tucker —susurré y lo abracé fuerte. Sentí que me devolvía el abrazo y me encantó. No quería soltarlo nunca—. Te voy a querer siempre.
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Para siempre (Everlark)
عاطفيةKatniss se siente perdida después de que su marido la haya abandonado. Entonces, regresa a su pueblo natal y allí conoce a Peeta, la oveja negra. Entre ellos surge la conexión más poderosa que han sentido hasta ahora. Son corazones heridos que inten...