—¿Estás bien? —pregunté cuando Katniss llegó a mi casa. No había dicho mucho, pero se le notaba en los ojos que aquella noche quería usar el sexo como vía de escape.
—No —dijo y empezó a desabrocharme la camisa. Su mirada reflejaba un remolino de emociones cuando puse la mano sobre la suya para detenerla. —¿Qué pasa? —Nada, en realidad. ¿Podemos...? —Se le quebró la voz al intentar contener las lágrimas.
A Katniss no se le daba bien esconder los sentimientos. Sentía al contrario de como lo hacía yo. Tenía las emociones a flor de piel, mientras que las mías nadaban en las profundidades.vCerró los ojos y suspiró. No dejaba de pensar y, cuando abrió la boca, no le salieron las palabras. Le puse las manos en las espalda y la atraje para abrazarla.
—No tenemos por qué hablar, pero tampoco tenemos por qué acostarnos. Puedo abrazarte sin más. Negó con la cabeza y le tembló todo el cuerpo.
—Eso va en contra del acuerdo.
—Creo que hace mucho que no seguimos ningún acuerdo, princesa. Suspiro y habló:—Todo es un desastre. Mi padre cree que cometo un gran error al estar contigo. No lo ha dicho con esas palabras, pero sé que está decepcionado con cómo estoy llevando las cosas y mi madre...
—Se le quebró la voz—. Es muy dura conmigo.—No te lo tomes como algo personal. Es dura con todos porque el mundo la ha hecho así.—¿Como a ti? —Como a mí —respondí. Aunque no soportaba a Loretta Everdeen, reconocía que compartíamos algunos defectos. Sollozó y apoyó la cabeza en mi pecho.
—Todos los días me cuesta respirar. Estoy bien cuando estoy contigo, pero cuando nos separamos, vuelve a ser duro. Siento que te utilizo como si fueras una tirita para el dolor.
—Puedes usarme todo lo que quieras. Para lo que quieras. El corazón se me paró un segundo. Últimamente se me paraba mucho cuando estaba con ella, y no sabia como interpretarlo. Lo dejé pasar; no quería analizarlo demasiado.
—Estoy rota.
—Ya, lo sé. —Le di la mano y le besé la palma—. Yo también. Me puso las manos en el pecho para sentir mis latidos. —¿Me arreglas un rato? —Toda la noche y, luego, seguiremos mañana.
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Para siempre (Everlark)
RomanceKatniss se siente perdida después de que su marido la haya abandonado. Entonces, regresa a su pueblo natal y allí conoce a Peeta, la oveja negra. Entre ellos surge la conexión más poderosa que han sentido hasta ahora. Son corazones heridos que inten...