Precario. || Drabbles ｢BajiTora」

Reencuentro.

Eran las cuatro de la tarde, había dejado a Kazutora en la habitación descansando luego de haber tenido relaciones, su plan era gastar sus energías para que durmiera y no hiciera nada mientras el no estaba, siempre antes de salir se aseguraba de que todas las puertas tengan seguro para que el mayor no saliera, todo lo que hacía era por el bien de su pareja, por su seguridad y salud, aún así lo recompensaba cumpliendo con algunos antojos, caprichos y berrinches del otro, ahora mismo iba a cumplir uno que era un antojo de helado y para que sus salidas no sean frecuentes, compraba máximo cinco cubos de helado. 

Cuando termino de pagar y salió de la tienda de conveniencia, se dirigió de regreso a su casa, pero podía sentir que estaba siendo perseguido, doblo en una esquina, de dirección contraria a su hogar, cuando giro su andar, se apoyo en la pared esperando aquellos que se atrevieron a perseguirlo. 

—Los dragones gemelos, nunca imagine que acosaban personas.— Serio pero con un tono burlón habló, su humor se volvió desagradable de tan solo verlos, su presencia era una alerta para el. 

—Estabas tan bien escondido, que fue difícil localizarte.— Mitsuya a pesar de tener una mirada cansada, elevo la comisura de sus labios, una pequeña parte de el estaba feliz de volver a ver a uno de sus viejos amigos. 

—Ha de ser una gran carga mantener un tigre.— Draken de igual forma, estaba contento de ver al pelinegro, teniendo una pequeña sonrisa. —Si sigues ignorando a Mikey este se enojara de verdad, toma.— De su bolsillo saco una tarjeta roja y se la entrego al de colmillos. —Será mejor que asistas, Mikey quiere verlos a ambos, y debemos de estar todos en el día especial de Pah-Chin.

—Debes de estar agradecido por estas vacaciones, sabes que no puedes irte fácilmente y desaparecer de nuestro rango, nadie quiere problemas, no lo hagas más difícil.— El hombre de cabello lila platinado palmeo la espalda de Baji. 

Ambos hombres que vestían de traje se giraron y desaparecieron de la vista del pelinegro. 

Aunque lo odiara, sabía que no iba a ser fácil desaparecer y tratar de tener una vida normal y ordinaria, no podría vivir como cualquier persona al lado de su pareja, después de todo sus errores del pasado siempre iban a perseguirlos.