Kazutora estaba siendo llevado boca abajo como un costal en el hombro de Baji, sentía un poco la sangre subir a su cabeza, cuando llegaron a dicha habitación, el pelinegro lo llevó a la cama y lo echo encima, estaba quitándose la corbata que lo sofocaba y algunos botones de su camisa, mientras Kazutora trataba torpemente de sentarse en la cama, su vista estaba algo nublada, sus parpados levemente caídos y cansados, pero cuando pudo enfocar a su pareja sonrió dulcemente.
—Baji.~— Ronroneo alzando sus brazos, quería abrazar a su hombre, pero este lo ignoraba y seguía desvistiéndose. —¿Estas enojadoo?— Alargo la ultima vocal, no le gustaba cuando el menor no le prestaba atención.
—Ahora no Kazutora, duerme, mañana hablamos.— Se había quitado la camisa dejándola en uno de los sillones, iba a ir al baño pero fue detenido por el contrario que sujeto una parte de su pantalón. —¿Qué sucede?— Serio y con una actitud fría respondió, su semblante estaba de igual forma, no quería discutir con el contrario porque sabía que no estaba en todos sus sentidos.
—No me ignores, no me odies...
Baji dejo de actuar fríamente al escuchar como su pareja hablo, no veía su rostro porque este lo tenía agachado, pero al pronunciar tales palabras sabía que estaba por llorar por su voz temblorosa.
—¿Kazutora?— Arrepentido lo tomó gentilmente de su mano uniéndola con la suya y atrayendo el cuerpo del contrario al suyo. —Bonito, mírame.
Cuando el de tatuaje levanto su mirada, con pequeñas lagrimas que amenazaban con caer, tenía un pequeño puchero, aguantando los quejidos de llorar, sus mejillas sonrosadas al igual que la punta de su nariz, se sentía un idiota por haberse comportado de esa forma con el de lunar.
Creyó que iba a ser golpeado, ya esperaba recibir el golpe que solía darle Kazutora cuando lo hacia llorar, pero no sucedió y solo recibió un abrazo.
—Te amo, no quiero que me odies.
Baji se sentía confundido, Kazutora ya lo hubiera dado unos fuertes golpes, pero estaba siendo tan lindo que no resistió a envolverlo en sus brazos, lo recompenso con besos en sus mejillas.
—Jamás lo haría, perdón, me comporte como un idiota.— Besó los nudillos de sus manos, sus palmas, sus brazos, cuello y rostro, no podría enojarse con su pareja porque sabía que no duraría ni horas.
—Te amo Baji, en verdad, eres todo lo que necesito. Así que no me dejes.— Kazutora también besaba el rostro del pelinegro, su corazón latía rápidamente al ver el atractivo rostro de su pareja, cuando estaba por besar su cuello, el embriagante aroma corporal mezclado con una breve esencia de colonia invadió sus fosas nasales, era tan cautivador, muy apetecible para su paladar, comenzó a dar algunas lamidas y dejar pequeños chupones en su blanca piel. —Tan delicioso.— Susurró ruborizado.
Baji era tan varonil, su aroma reconfortante, que era más agradable y de su gusto que el de aquellas mujeres, un aroma que lo embriagaba hasta el punto de calentar su cuerpo.
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Precario. || Drabbles 「BajiTora」
Fiksi PenggemarKazutora es una persona inestable, y eso lo sabe perfectamente Baji.