Precario. || Drabbles ｢BajiTora」

Vergüenza.

Se despertó sintiendo un horrible dolor de cabeza, la luz no ayudaba en nada y mucho menos la brisa fría que venía de la ventana abierta e irritado cubrió su rostro con la sábana, pero algo se sentía distinto.

Que el sepa la ventana de su habitación siempre estaba cerrada, Baji nunca la abría ni siquiera la cortina, también sentía un vacío a su lado, Baji siempre estaba a su lado cuando despertaba ya sea acariciando su cabello o su mejilla, pero no había nadie, estaba comenzando a preocuparse y ponerse ansioso, luego pudo sentir que su cuerpo estaba desnudo, no entendía que sucedía.

—¿Baji?— Dijo sentándose adolorido, no tenia ganas de mover la boca por el dolor punzante en su cabeza, pero necesitaba encontrar a su pareja, no le gustaba no saber donde se encontraba. 

Al no ver ropa limpia, se cubrió con la sabana blanca su cuerpo denudo y caminó hacia la pequeña terraza que había, estaba en un piso muy alto, había personas diminutas caminando por las calles, al igual que autos, sentir el aire frio pasar por su cabello era algo agradable, no siempre tenía la fortuna de salir de casa y disfrutar de la vista, hasta que un poco distorsionado recordó lo que ocurrió anoche. 

Sus mejillas no tardaron en calentarse, sentía unas inmensas ganas de tirarse del edificio, anoche había actuado tan desvergonzado que sentía que no podría ver a Baji a la cara, agradecía no verlo en su rango de visión, necesitaba primero calmarse y no hacer tanto drama, después de todo ya llevaban más de una década juntos, se sentía un idiota por avergonzarse de expresar su amor, amaba como Baji era tan expresivo, como un libro fácil de leer, mostraba sin hacer tanto lío cuando estaba feliz o enojado, pero Kazutora era otro tema, se le hacia difícil siquiera pronunciar algunas palabras, a menos que sean sarcásticas. 

Iba a seguir pensando en su relación, pero unos brazos envolvieron su cintura. 

—¿Te sientes bien?— Preguntó acercándose a su cuello y darle ligeros besos mientras acariciaba su vientre. 

Baji hace poco había entrado a la habitación sin hacer ruido y apenas vio a su novio en la terraza no dudo en ir donde él y abrazarlo, había salido para buscar ropa limpia y hablar algunos temas con un rubio chaparro. 

Kazutora solo asintió, la ventolina hizo que su cabeza dejara de zumbar, pero aún no podía ver al pelinegro, su rostro estaba avergonzado. 

Baji no tardo en notarlo y con una sonrisa que mostraba sus afilados colmillos, iba a molestar un poco a su tímido novio. 

—¿Puedes repetir lo tanto que me amas? Ayer no dejabas de decirlo.— Restregó su mejilla juguetón en el hombro del mayor. 

El de lunar no era tolerable y sin dudarlo le dio un codazo en el estomago al contrario. 

—Cierra la boca.