Refugiar.

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Los primeros días que comenzaron a convivir juntos, se la pasaban en la habitación la mayor parte del tiempo, solo dando caricias al cuerpo contrario, descansado y hablando de todo lo que no pudieron en esos años de ausencia, el único que salía era Baji para traer comida a las horas correspondientes para que Kazutora regulara su alimentación, también se bañaban juntos en la tina del baño que tenían en la habitación, el pelinegro se encargaba de lavar su cabellera y cuerpo, depositando besos en su cuerpo en el proceso, también lo envolvía con toallas, cambiaba de ropas y continuaban con la rutina de darse caricias y mantenerse en la cama. 

Estuvieron tres semana así, hasta que Baji tuvo que salir para resolver algunos problemas, no quería que el de ojos ámbar saliera de la casa, por lo que se aseguró de tener todo lo que él quisiera para mantenerlo satisfecho, también había enviado a Emma para que pasaran el rato. 

La rubia llegó con una sonrisa, abrazándolo y escuchando los lamentos del mayor, después de todo nunca podría enojarse con Kazutora, y había traído una sorpresa para que el de lunar comenzara una nueva vida junto con el pelinegro. 

—¿Un gato?— Preguntó confundido viendo al pequeño animal saliendo de la caja en donde lo trajeron. 

Era un pequeño minino esponjoso de pelaje blanco y tenía heterocromía, sus ojos eran de color azul y verde, Kazutora agarró con cuidado al animal y lo puso en sus muslos para acariciar su cabeza, el felino lo mordió y cuando dejaron de sujetarlo huyó. 

—Es algo rebelde.— Se rio limpiando con un pañuelo la mano herida del contrario. —Baji lo encontró y me dio para cuidarlo, pero creo que estando tu aquí pueden criarlo juntos. ¿No sería lindo? 

Algo dudoso vio como el gato rasgaba los muebles para afilar sus garras, no era tan fan de los animales, eran lindos pero cuando no sabía controlarlos se frustraba, pero creía que a Baji talvez le gustara la idea, a él si le gustan los animales y se sentía algo culpable porque el pelinegro no había cumplido su sueño de tener una tienda de mascotas para poder cuidarlo. 

—Si Baji lo encontró, talvez esté bien...— Sonrió tratando de ver el lado positivo. 

—Me alegra. ¡Oh! ¿Quieres que retoque tus mechas? Traje el tinte por si lo necesitabas. 

Además de traer al pequeño felino, también había traído tinte para volver a pintar los mechones del mayor, Kazutora tenía el cabello hasta sus hombros, iba a dejarlo crecer más y también queria volver a tener sus antiguas mechas rubias. 

Ambos fueron a la cocina donde había más espacio para que la rubia pueda pintar su cabello, dejando al animalito en la sala para que explore y se adapte al nuevo hogar. 

Precario. || Drabbles  「BajiTora」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora